La inserción de seis niños sordos a la enseñanza escolar en Ciego de Ávila, gracias al implante de coclea, demuestra la valía de tan costosa práctica que el Estado cubano realiza gratuitamente.
Sulai Monzón García, especialista en logopedia, explicó que la cirugía, consistente en la plantación de electrodos en el oído interno para estimular los sensores auditivos, es una alternativa para los que no asimilan las prótesis convencionales.
Nair Tapia, metodóloga integral de la subdirección de Escuelas Especiales en la provincia, agregó que este proceso les permite incorporarse en el futuro a las actividades sociolaborales como un adulto independiente.
Tal es el caso del joven Hiroshi Soliar Fleites, graduado de Informática, quien aprendió a escuchar y a desarrollar el lenguaje oral y está totalmente habilitado para ejercer su profesión, acotó Tapia.
Desde 1998 hasta la fecha, se han realizado a nivel nacional más de 120 implantes de coclea a niños con sordera bilateral profunda o total que reúnen además las condiciones físicas y psíquicas favorables para adaptarse al entrenamiento auditivo.
En cada provincia, un equipo multidisciplinario integrado por oftalmólogos, psicólogos y otros especialistas del Centro de Diagnóstico y Orientación, evalúa los posibles casos que son remitidos al hospital internacional La Pradera, en La Habana.
Este servicio médico, tiene un costo en el extranjero de más de 60 mil dólares, teniendo en cuenta el proceso de evaluación inicial previo al implante, la cirugía, hospitalización, ajuste del equipo, y la rehabilitación.
En Cuba existen 19 mil personas con discapacidades auditivas integradas a la Asociación Nacional de Sordos, la cual los orienta en sus deberes y derechos para participar en igualdad de condiciones en el desarrollo económico y social del país.
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