lunes, 14 de septiembre de 2009

Almeida vive hoy más que nunca

Reflexiones del compañero Fidel

Llevo horas escuchando por televisión el homenaje de todo el país al Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque. Pienso que enfrentar la muerte era para él un deber como todos los que cumplió a lo largo de su vida; no sabía, ni tampoco nosotros, cuánta tristeza nos traería la noticia de su ausencia física.

Tuve el privilegio de conocerlo: joven negro, obrero, combativo, que sucesivamente fue jefe de célula revolucionaria, combatiente del Moncada, compañero de prisión, capitán de pelotón desembarcando del Granma, oficial del Ejército Rebelde —paralizado en su avance por un disparo en el pecho durante el violento Combate del Uvero—, Comandante de Columna, marchando para crear el Tercer Frente Oriental, compañero que comparte la dirección de nuestras fuerzas en las últimas batallas victoriosas que derrocaron a la tiranía.

Fui privilegiado testigo de su conducta ejemplar durante más de medio siglo de resistencia heroica y victoriosa, en la lucha contra bandidos, el contragolpe de Girón, la Crisis de Octubre, las misiones internacionalistas y la resistencia al bloqueo imperialista.

Escuchaba con placer algunas de sus canciones, y en especial aquella de encendida emoción que ante el llamado de la Patria a "vencer o a morir" se despedía de humanos sueños. Ignoraba que había escrito más de 300 de ellas, las cuales sumó a su obra literaria, fuente de lectura amena y de hechos históricos. Defendió principios de justicia que serán defendidos en cualquier tiempo y en cualquier época, mientras los seres humanos respiren sobre la tierra.

¡No digamos que Almeida ha muerto! ¡Vive hoy más que nunca!

Fidel Castro Ruz
Septiembre 13 de 2009
3 y 12 p.m.

Pesar por muerte de Almeida

Cuando el pueblo cubano está rindiendo tributo en todo el país al Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, fallecido el pasado viernes a causa de un paro cardio-respiratorio, desde diversas partes del mundo se reciben mensajes de condolencia por el deceso del destacado dirigente de la Revolución cubana.

En una nota de condolencias el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, a nombre del Gobierno y pueblo venezolanos, ratifica a Fidel, a Raúl y a todos los cubanos, el abrazo solidario y la incorporación al duelo por Almeida, "quien —dice el texto— vivirá por siempre en nuestra luchas y victorias".

El mandatario de Nicaragua Daniel Ortega Saavedra rindió homenaje a Almeida al clausurar el acto por el aniversario 30 de la fundación del Ejército Nacional de la nación centroamericana.

Al realizar las conclusiones por esa efeméride Ortega expresó: Nos unimos al dolor del pueblo de Cuba.

Desde España, el Partido Comunista y la Coordinadora de la Asociación de Residentes Cubanos en ese país europeo calificaron a Almeida como ejemplo de compromiso para todos aquellos que combaten al imperialismo en cualquier lugar del planeta.

El Partido Comunista de Chile, mediante un mensaje firmado por sus líderes, señala que el desaparecido dirigente expresa los más profundos valores de la Revolución cubana.

Mientras, en Guatemala, los delegados al primer encuentro nacional de solidaridad con Cuba homenajearon a Almeida, guardando un minuto de silencio a su memoria.

Mediante una misiva, la Sociedad de Amistad Cuba-Angola destaca que Almeida, junto a Fidel Castro y Raúl Castro, llevaron adelante el proceso revolucionario que ha sido solidario con los pueblos africanos en los campos de la salud, la educación y otros sectores.

En Timor Leste, el colectivo de diplomáticos y colaboradores cubanos que cumplen misión en ese país del sureste de Asia, evocaron al revolucionario intachable cuya historia, valentía a toda prueba y fidelidad sin límites a Fidel, Raúl y a la Revolución constituirá por siempre un valioso legado para las actuales y futuras generaciones.

En México, la Secretaría de Relaciones Exteriores emitió un comunicado en el que expresa las condolencias del gobierno federal por la sensible pérdida del Vicepresidente del Consejo de Estado de Cuba Juan Almeida Bosque.

El texto de la Cancillería, dado a conocer este domingo, precisó que al conocerse en México el deceso del también miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba, el mandatario Felipe Calderón transmitió al General de Ejército Raúl Castro, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, su pésame y la solidaridad con los familiares de Almeida. (SE)

Yo quiero que triunfe la Revolución para que sea el pueblo el que dé las órdenes

Juan Almeida en el juicio del Moncada

Marta Rojas

(Sala del Pleno de la Audiencia de Oriente, septiembre de 1953)

—¡Otro! —pidió el presidente.

La sesión transcurría muy activa, esa mañana iban a declarar casi todos los participantes.

—Juan Almeida Bosque —llamaron, y Almeida, sereno y hasta sonriente, se dispuso a responder el interrogatorio.

—Alguien tuvo que convencerlo a usted a que viniera a asaltar el cuartel— fue la pregunta afirmativa del fiscal.

—No, señor, nadie tuvo que convencerme, vine solito, inspirado en mis propias ideas —contestó, y agregó para afirmar sus anteriores palabras:

—¡Yo declaro bajo juramento que sí participé en el asalto al cuartel Moncada y que nadie me indujo!... a no ser mis propias ideas que coinciden con las del compañero Fidel Castro y en el caso mío provienen de las lecturas de obras de Martí y de las historias de nuestros mambises, y creo que en el caso de Fidel también, aunque él tuvo la oportunidad de ir a la Universidad y tiene mayores conocimientos de todas estas cosas.

—¿No se ha arrepentido usted al comprobar que era un sueño eso de tomar el cuartel con tan pocas armas que traían, como declaró el doctor Fidel Castro? —preguntó otra vez el fiscal.

—No, señor, si tuviera que volver a hacerlo lo haría, ¡que no le quepa la menor duda a este tribunal! —fue la firme respuesta de Almeida.

—¿Usted daba órdenes o las recibía? —inquirió el fiscal.

—Las recibía, no tuve el honor de darlas —contestó el acusado.

—Pero seguramente hubiera querido que triunfara esa Revolución para dar órdenes —continuó el doctor Mendieta Hechavarría.

—Esa no era ni es mi aspiración, yo quería, o quiero que triunfe la Revolución para que sea el pueblo el que dé las órdenes, porque, hasta ahora, otras personas han dado las órdenes y las cosas no han marchado bien, así que tiene que llegar el momento en que sea el pueblo el que dé las órdenes, el que mande —afirmó Almeida.

Almeida estaba extremadamente delgado y rasurado el rostro, vestía un pantalón beige y una camisa de mangas largas del mismo color, llevaba la camisa por fuera, haciéndolo parecer más delgado aún; pero la serenidad con que hablaba y el tono irónico y cáustico de sus respuestas hicieron que la generalidad de las personas en la Sala lo observara con atención; a veces parecía que se burlaba del tribunal, pero se dirigía a ellos con tanto respeto que no podían sentirse ofendidos.

—¿Traían ustedes o algunos de sus compañeros armas blancas o instrumentos pérforo cortantes? —interesó el magistrado Mejías.

—¿Usted quiere decir, cuchillos y punzones...? —preguntó Almeida, y luego respondió:

—No trajimos ninguno de esos instrumentos, ni tampoco guantes, ni granadas.

Quien habría de ser uno de los más firmes puntales de la Revolución y fue un héroe en la guerra de guerrillas en la Sierra Maestra: Juan Almeida Bosque, desde los inicios de la gesta dio ejemplo de firmeza y convicción en los ideales por los cuales luchaba al lado de Fidel y Raúl.

Almeida había conocido al doctor Fidel Castro en el balneario de la Universidad de La Habana, cuando Fidel estudiaba. Por aquellos días Almeida trabajaba en el balneario como taquillero, mozo de limpieza y albañil; hacía cualquier trabajo por duro que fuera, el caso era tener para ayudar a su numerosa familia —once hermanos, la madre trabajaba en quehaceres de su casa atendiendo a los hijos y el padre como periodista honrado devengaba un sueldo modesto que no alcanzaba para el sostén del hogar—, antes de trabajar en el balneario había sido peón de Obras Públicas en construcción y reparación de calles.

Como conocimientos poseía los de la escuela, hasta octavo grado, y algunos cursos de academias, que por su precaria economía no pudo concluir; sin embargo, siempre le gustó leer y se interesaba vivamente por el acontecer político del país. Fue cuando comenzó a trabajar en el Balneario Universitario que, por el trato diario con estudiantes, pudo tener un mayor contacto con las actividades culturales. Desde los primeros momentos de conocer a Fidel entabló una franca amistad con él y pronto este le comunicó sus inquietudes revolucionarias, las cuales coincidieron con una íntima convicción que poseía Almeida, quien fue estimulado por las frecuentes charlas con el doctor Fidel Castro.

En la célula clandestina que integraba Almeida había otros jóvenes obreros de la construcción: los hermanos Wilfredo y Horacio Matheu, quienes eran masilleros, al igual que Remberto Abad Alemán Rodríguez.

Después de Almeida fue examinado el acusado Armando Mestre Martínez, quien llamaba la atención en el juicio por su perenne gesto de meditacion: el pulgar y el índice sosteniendo la barbilla; era negro como el ébano, de facciones afiladas y cara redonda con mentón fino; complexión musculosa, de mediana estatura, de movimientos reposados, pero mirada alerta.

Armando Mestre era estudiante de bachillerato y obrero de la construcción, fue uno de los constructores del hotel Habana Hilton, hoy Habana Libre. Compañero de oficio de Juan Almeida y vecino de él en el reparto Poey, en La Habana. Mestre fue el primer enlace de Almeida con el Movimiento.

(Del Libro de la autora, El juicio del Moncada. Ed. Ciencias Sociales. Edición 50 aniversario)

Iraquí que lanzó zapatos a Bush será liberado hoy

BAGDAD.— La familia del periodista iraquí encarcelado por lanzarle los zapatos al entonces presidente George W. Bush, se preparaba para recibirlo con una fiesta este lunes, cuando será liberado tras nueve meses en prisión.

La imagen que recorrió el mundo.

En la casa de Muntadhar al-Zeidi empezaron a celebrar desde el domingo. La familia ondeaba banderas iraquíes, mientras colocaba en las paredes de la casa globos y pósteres del reportero.

Al-Zeidi, un periodista de televisión poco conocido en Iraq, se convirtió en un icono para muchos en diciembre del año pasado, cuando le lanzó sus zapatos a Bush durante una rueda de prensa conjunta con el primer ministro iraquí.

El ex presidente estadounidense salió ileso, tras esquivar los proyectiles improvisados. Al-Zeidi le gritó en árabe: "¡Este es tu beso de despedida, perro! Esto es de parte de las viudas, huérfanos y los que murieron en Iraq".

En el Oriente Medio muchos se identificaron con el periodista, quien expresó la misma frustración y rabia que ellos sienten contra la guerra en Iraq y la ocupación estadounidense.

Al-Baghdadiya TV, la pequeña estación en la que trabajaba, espera que regrese a sus labores de reportero, aunque algunos se preguntan si podrá ejercer de nuevo como periodista en Iraq.

El episodio de los zapatos avergonzó al primer ministro Nuri al-Maliki, y es probable que muchos funcionarios no quieran hablar con el periodista. (AP)

Cierre de bronce para Suslaydis

Dos medallas de oro y otros tantos terceros lugares con solo dos atletas

Coto Wong

La saltadora y velocista santiaguera Suslaydis Girat cerró con medalla de bronce en los 200 metros planos su participación en la XXI Sordolimpiada, que finaliza mañana en Taipei de China.

Con tiempo de 25.51 segundos, la indómita no rebasó a la bielorrusa Alena Tsiarentsyeva, que conquistó el oro (25,08) ni a Anu Öpik (EST-25,44), dueña de la plata y a quien había derrotado en los 100.

Esa fue la tercera presea de la santiaguera —había ganado el oro en los 100 metros y en el salto de longitud con récord mundial—, nuevamente con un desempeño entre signos de admiración.

Yaicel Abad —bronce en los 100—, fue sexto en el doble hectómetro en carrera ganada por el chino Yang Hang (21.77).

Los antillanos archivaron dos medallas de oro y una pareja de bronces cuando solo restan dos fechas. Cuba marcha en el lugar 23, en una faena digna de destacar, pues con solo dos atletas la recompensa en preseas ha sido muy notable.

La tabla general de posiciones muestra a Rusia (27 oro, 36 plata, 26 bronce), Ucrania (16-22-25) y China (11-7-14), como ocupantes de los tres primeros lugares. El resto de la primera decena lo integran: Sudcorea (10-11-5), Belarús (10-6-6), China Taipei (9-11-11), EE.UU. (8-3-7), Sudáfrica (8-2-2), Japón (5-5-3) y Turquía (4-6-7).

Celebrarán esperantistas en Cuba su 95 Congreso internacional

Madeleine Sautié Rodríguez

La Asociación Universal de Esperanto (UEA), en coordinación con la Asociación Cubana de este idioma y bajo el auspicio del Ministerio de Cultura, celebrará del 17 al 24 de julio de 2010 su 95 Congreso Internacional en La Habana.

La información fue ofrecida en conferencia de prensa por Clay Magalhaes, secretario permanente de Congresos de la Asociación Universal de Esperanto, quien visitó nuestro país para evaluar los preparativos. El directivo reconoció el apoyo de las autoridades cubanas y la manera tan profesional en que se estaban llevando a cabo los trabajos previos.

También fue noticia que en Cuba, junto al Congreso, se celebrarán dos eventos: uno agrupará a los profesores de Esperanto y otro será el Congreso Juvenil de esta lengua. Según refirió el dirigente, los jóvenes esperantistas quieren tener su propio congreso y han expresado un marcado interés por establecer contacto con la cultura cubana.

La intervención fue aprovechada también para destacar la importancia del Esperanto como lengua unificadora, cuyo propósito fundamental es conseguir una mejor comunicación internacional, y subrayar sus incontables valores, desde su naturaleza propedéutica hasta la honrosa intencionalidad benefactora que emana de su enseñanza y de la que se apropian todos los que integran esa comunidad lingüística.

Se calcula que al cónclave asistan entre 1 200 y 1 600 de estos hablantes, y se prevé, además, que Cuba sea la sede del próximo congreso infantil que también se celebra sobre este noble y solidario idioma.

Compartieron la conferencia de prensa, además, Julián Hernández Angulo, presidente de la Asociación Cubana de Esperanto y otros miembros del comité coordinador del evento.