viernes, 22 de julio de 2011

El transbordador Atlantis aterriza en Florida y pone fin a la era de esas aeronaves

El Atlantis aterrizó sin problemas este jueves antes del amanecer en Florida con cuatro astronautas a bordo, haciendo caer la cortina sobre el programa de los transbordadores espaciales estadounidenses, treinta años después del primer vuelo de estas aeronaves.

Las ruedas del Atlantis tocaron la pista del Centro espacial Kennedy, cerca de Cabo Cañaveral, 42 minutos antes de la salida del sol y en una noche perfectamente clara tras un descenso de 65 minutos desde su órbita terrestre.

“El Atlantis ya está en casa, completó su viaje. Es un momento histórico para ser saboreado”, dijo el comentarista del centro de control de vuelo.

“Estados Unidos no dejará de explorar el espacio”, comentó el comandante del transbordador, Chris Ferguson. “Dios bendiga a Estados Unidos”, precisó el piloto.

“Tras servir al mundo por más de 30 años, el transbordador se ha ganado un lugar en la historia”, añadió Ferguson luego de culminar las maniobras de aterrizaje.

“Sentimos hoy muchas emociones pero algo es indiscutible, Estados Unidos no detendrá la exploración espacial”, subrayó el comandante del vuelo al poner fin a la trigésima tercera y última misión de un transbordador.

“Bien recibido Atlantis y aprovechamos para felicitarlos por su tarea”, respondió el centro de control de Houston.

Casi como un último saludo al transbordador, poco antes de su arribo la Estación Espacial Internacional pasó sobre la vertical del Centro Kennedy y fue visible por alrededor de unos cuatro minutos.

El Atlantis hizo su aproximación final sobrevolando América Central y después el oeste de Cuba antes de llegar a Florida anunciando su arribo al Centro espacial Kennedy.

En pilotaje automático durante toda la operación de descenso, el comandante de a bordo tomó manualmente el control del transbordador durante un gran planeo de sus 100 toneladas de peso con el fin de conducirlo a la pista, haciendo un viraje de 240 grados a la izquierda para alinear el aparato con la pista.

El Atlantis y sus cuatro tripulantes finalizaron una misión de casi 13 días en la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés), que tuvo como objetivo llevar provisiones y materiales al laboratorio espacial para un periodo de un año.

El transbordador recorrió 8,5 millones de kilómetros durante su trigésima tercera y última misión, en la cual permaneció ocho días amarrado a la Estación Espacial Internacional, totalizando 202,67 millones de kilómetros en su cuenta total.

Durante toda su carrera, este transbordador permaneció 307 días en el espacio y efectuó 4.848 órbitas alrededor de la Tierra.

El conjunto de los cinco transbordadores -de los cuales dos de ellos se perdieron en accidentes (Challenger, en 1986, y Columbia, en 2003, dejando 14 muertos en total), recorrieron un total de 872,9 millones de kilómetros y efectuaron más de 21.000 vueltas alrededor de la Tierra.

Las cinco aeronaves totalizaron 1.333 días en el espacio.

(Con información de AFP)

Sindicalistas de EEUU y Reino Unido apoyan a los cinco héroes

Representantes del movimiento sindical de Estados Unidos y Reino Unido se reunirán en la ciudad californiana de Los Ángeles, en solidaridad con la causa de los cinco antiterroristas cubanos prisioneros en este país.

El evento coincidirá con el cumpleaños de René González, uno de esos luchadores, el próximo 13 de agosto, según un comunicado del Comité Internacional por la Libertad de los Cinco.

En el encuentro participarán, entre otros, Tony Woodley, expresidente de Unite, la agrupación obrera de Reino Unidos y líder del movimiento de apoyo a los Cinco en los sindicatos británicos.

Además, Cristina R. Vázquez, de Trabajadores Unidos y miembro aquí de la Junta Directiva de los Estados de la Región Occidental, y Alicia Jrapko, coordinadora del Comité en territorio estadounidense.

Durante el encuentro quedará abierta al público una muestra de caricaturas políticas de Gerardo Hernández, condenado a dos cadenas perpetuas más 15 años. Humor desde el Encierro, es el nombre de la exposición que ya ha recorrido otras ciudades estadounidenses.

También se proyectará un video del actor Danny Glover sobre los Cinco, como son identificados Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González y René González.

Ellos son hijos, esposos, hermanos, poetas, pilotos, graduados universitarios y artistas. Para 11 millones de cubanos, ellos son considerados Héroes, afirma la nota del grupo solidario.

Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René fueron arrestados el 12 de septiembre de 1998 en Miami.

Su misión era infiltrar y monitorear las actividades de grupos violentos dentro del exilio responsables de la muerte de cerca de tres mil 500 cubanos desde 1959 , recuerda el Comité.

(Con información de Prensa Latina)

Celebrada vista del recurso de casación interpuesto por el norteamericano Alan Phillip Gross

En horas de la mañana de este viernes 22 de julio, tuvo lugar en la Sala de los Delitos contra la Seguridad del Estado del Tribunal Supremo Popular, la vista del recurso de casación interpuesto por el ciudadano estadounidense Alan Phillip Gross.

Durante la celebración del acto, la abogada defensora alegó los elementos que sustentan la inconformidad del acusado con la decisión del tribunal de primera instancia, mientras que Alan Phillip Gross al ejercer el derecho de última palabra concedido por el tribunal, expuso los criterios que consideró pertinentes y agradeció la posibilidad de explicarlos personalmente ante los jueces del Tribunal Supremo Popular.

En la vista participó el Fiscal y estuvieron presentes funcionarios consulares de la Oficina de Intereses de los Estados Unidos de América en Cuba.

El máximo órgano judicial dará a conocer su sentencia definitiva en los próximos días.

Fuerte explosión sacude capital noruega

La policía ha informado de la muerte de al menos dos personas por la explosión de una bomba en el centro de la capital noruega, Oslo. El estallido ha sacudido varios edificios gubernamentales, entre ellos, las oficinas del primer ministro, Jens Stoltenberg.

Según la agencia de noticias noruega NTB, el jefe de Gobierno no ha resultado herido por encontrarse en ese momento fuera de su despacho. Las fuerzas de seguridad noruegas han instado a los ciudadanos a abandonar el centro de Oslo, localidad de algo más de medio millón de habitantes.

Hasta el momento nadie ha asumido la autoría del atentado. Las escenas que llegan de la ciudad noruega confirman también que varias personas han resultado heridas.

Algo más de dos horas después del estallido, el propio Stoltenberg ha confirmado que tanto él como el resto de los miembros de su gabinete están “bien”. Aunque el primer ministro, con las cautelas del momento, ha evitado confirmar que se trate de una ataque terrorista, sí ha calificado de “muy grave” la situación.

La sede del diario VG, el de mayor tirada en Noruega, situada también en el centro ministerial de Oslo, se ha visto de igual modo afectada. “Veo rotas las ventanas del edificio del VG y de la sede gubernamental”, ha señalado un periodista testigo de la explosión a la radio NRK. “Hay gente con sangre en la calle”. Otro testigo citado por Reuters ha cifrado en al menos ocho los heridos por la explosión. Esta misma fuente ha señalado que del Ministerio del Petróleo salía fuego.
“Una zona de guerra”

Einar Hagvaag, periodista del diario noruego Dagbladet, ha explicado en conversación telefónica que la explosión ha tenido lugar en las inmediaciones del cuartel general del Gobierno noruego. En concreto informa de que el acceso al edificio de 16 plantas donde tiene su oficina el primer ministro se encuentra completamente destruido. “Parece una zona de guerra”, ha descrito Hagvaag desde las calles próximas al lugar del estallido. Las vías de acceso a la zona han sido cortadas.

Junto a los cristales caídos de las ventanas de los edificios afectados en la zona, los testigos han relatado que hay restos de un vehículo destrozado, además de humo por encima de los inmuebles. La sirenas, según las grabaciones que han llegado a la Red, han saltado en medio del caos que agentes de la policía tratan de controlar en la calle entre heridos ensangrentados y desorientados, personal hospitalario y ciudadanos que tratan de asistirlos.

Francisco Valseca, ingeniero informático español de 30 años, ha explicado a este periódico que cuando se encontraba en su puesto de trabajo a unos siete kilómetros de donde ocurrió la explosión, se escuchó un estruendo. “Hemos notado un fuerte temblor del edificio y hemos pensado que era un trueno porque hoy está lloviendo”. La actividad en la capital noruega, según su relato, continúa en su mayoría con normalidad y el transporte público mantiene sus servicios, a excepción del área donde ocurrió la explosión. Los medios de comunicación locales muestran imágenes de las áreas cercanas a la zona gubernamental. “Hay cierto nerviosismo y vemos en la televisión personas heridas”, ha explicado Valseca.

Pese a que ningún individuo ni grupo ha reconocido la autoría del ataque, Noruega ha recibido en el pasado amenazas de islamistas radicales por su implicación en la guerra de Afganistán y su participación ahora en la campaña militar de la OTAN en Libia. Un experto consultado por la agencia Reuters, John Drake, ha apuntado que este atentado no es muy diferente al que golpeó Estocolmo en diciembre y que, posteriormente, relacionaron sus autores con el papel de Suecia en la guerra afgana.






El hijo de Rupert Murdoch acusado de mentirle al parlamento británico

Colin Myler, el último director de News of the World hasta que cerró el dominical hace dos semanas, y Tom Crone, antiguo asesor legal de News Corp -compañía propietaria del periódico- han puesto en tela de juicio la declaración ante el parlamento británico de James Murdoch, el hijo de Rupert Murdoch. Myler y Crone mantienen que no es cierta la afirmación de Murdoch de que nunca se le informó sobre la existencia de un email que transcribía conversaciones telefónicas grabadas ilegalmente.

Los dos exdirectivos de News Corp han explicado mediante un comunicado que ellos mismos informaron a James Murdoch de la existencia del correo electrónico inculpatorio. La acusación es la más grave y directa lanzada contra los dueños del tabloide cerrado este mes. El hijo del magnate ha respondido negándola e insistiendo en que se aferra a su declaración del martes ante el parlamento.

El correo electrónico en cuestión estaba dirigido a Neville Thurlbeck -un reportero de News of the World detenido por el escándalo de las escuchas a 4.000 ciudadanos por parte de empleados del periódico-, y contenía la transcripción de mensajes de contestador del ejecutivo de la liga inglesa de fútbol Gordon Taylor, sobre el que el tabloide publicó varias informaciones. Posteriormente a esos hechos Taylor cerró un trato con News Corp cifrado en un millón de euros en virtud del cual, afirma The Guardian, no denunciaría el espionaje que había sufrido.

El propio Rupert Murdoch aprobó la indemnización a Taylor, a pesar de que aseguró al comité parlamentario que lo hizo sin conocer todos los detalles sobre el caso. Durante las tres horas de comparecencia de los Murdoch, uno de los legisladores le preguntó literalmente a James Murdoch: “¿Vio usted o se le informó sobre el correo electrónico a Neville que contenía mensajes de contestador pirateados?”. James Murdoch contestó que no. Myler y Crone responden ahora que informaron al más joven de los Murdoch del contenido del correo, que les había llegado por mediación del abogado de Gordon Taylor.

Varios miembros de la commisión parlamentaria han declarado que, de ser ciertas estas nuevas acusaciones contra James Murdoch, se consideraría que ha mentido al parlamento y que tienen la capacidad para seguir interrogándole con el fin de que explique las acusaciones conocidas ahora.
Despido en “The Sun”

En otra faceta del escándalo, el jefe de la sección de reportajes del diario británico The Sun, Matt Nixson, ha sido despedido este jueves por supuestas escuchas ilegales realizadas cuando trabajaba para News of the World, informó News Corporacion, propietaria de ambos rotativos.

La comisión de calidad de News Corporation ha precisado que las acusaciones contra Nixson se referían a su actividad previa y no a la actual. News Corp. y su división británica, News International, han iniciado una investigación interna en sus periódicos para localizar a responsables de escuchas, tras haberse demostrado que periodistas de la empresa recurrían a esa práctica para obtener información.

(Tomado de El País)

La verdad secuestrada

“Porque nada hay encubierto, que no haya de descubrirse; ni oculto que no haya de saberse”
(San Lucas 12.2)

El tema que me han asignado para este seminario se titula “Situación actual del caso de nuestros Cinco Héroes”.
Comenzaré diciendo que desde el punto de vista jurídico ha concluido ya su curso normal. Acudimos ahora a un procedimiento extraordinario, el llamado Habeas Corpus, que es una oportunidad que se ofrece por una sola vez a los condenados después que agotaron sin éxito todos sus recursos apelativos. Si se toma en cuenta los antecedentes son muy remotas las posibilidades de obtener por esta vía la liberación de nuestros compañeros.
Damos este paso, sin embargo, por dos razones fundamentales. La primera es una cuestión de principios: debemos librar esta batalla en todos los terrenos que podamos pues se trata de cinco inocentes que sufren injusta y cruel prisión. La segunda es que sólo alrededor de decisiones tomadas en instancias judiciales se ha logrado quebrar, aunque sea parcial y limitadamente, la férrea censura que los grandes medios de comunicación imponen a este caso.
También podría haber iniciado esta charla diciendo que la situación actual de los Cinco es idéntica a la que encaran hace trece años. Sobre ellos no hay noticias. Sufren un doble encierro, el de sus carceleros y el de los periodistas.
La primera reflexión que habría que hacer es ¿por qué ese silencio mediático? ¿Es que Cuba, su Revolución, sus problemas, han sido temas de escaso interés para esos medios? Ustedes saben que es al revés. Nuestra Patria ha recibido y recibe una atención incomparablemente mayor a la de otros países del Continente; se nos analiza día y noche bajo potentes reflectores y poderosas lupas que tratan, casi siempre distorsionando, los más diversos aspectos de nuestra realidad. Entonces ¿por qué casi nunca han dicho algo sobre este caso? Si los Cinco hubieran cometido algún crimen, si alguno de ellos hubiese hecho o intentado hacer algo contra el pueblo norteamericano ¿tiene alguien la menor duda de que ellos habrían sido tema constante en la propaganda anticubana?
La verdad es que los Cinco son completamente inocentes y son literalmente, sin exageración alguna, héroes, que han sacrificado sus vidas por salvar las nuestras, dando una prueba de altruismo insuperable. No hago un ejercicio de retórica.
Esa verdad consta en documentos oficiales del gobierno de Estados Unidos y de sus tribunales. Que su misión era tratar de descubrir los planes terroristas contra Cuba está con todas las letras en numerosos escritos, desde el Acta acusatoria inicial formulada contra ellos y en varias mociones de la fiscalía al comienzo del juicio y a lo largo de su desarrollo hasta las sentencias que al final les fueron impuestas. Que el propósito del gobierno norteamericano era proteger a los terroristas fue reconocido también en esos documentos y en repetidas intervenciones de la fiscalía, todo lo cual está registrado en las actas del tribunal.
El gran problema que enfrentamos es que el Imperio ha logrado impedir que esa información trascienda a la gente. Su éxito es notable. Ha podido secuestrar la verdad impunemente. No hablo de textos secretos o confidenciales. Me refiero a documentos que han estado y están disponibles para quien acceda al sitio oficial del Tribunal Federal del Sur de la Florida y busque el caso “Estados Unidos versus Gerardo Hernandez et al.” Pero eso sólo lo hacen algunos especialistas o personas particularmente interesadas. El gran público se entera de lo que sucede en los tribunales por las versiones que quieran darle los llamados “medios de información”. Y de este juicio, el más prolongado de la historia de un país que, entre otras cosas, tiene varios canales de televisión y otras publicaciones dedicadas exclusivamente a los tribunales, nada se dijo fuera de la ciudad de Miami. Debo detenerme en este punto.
Como ya les dije estamos ahora enfrascados en la presentación de los recursos de Habeas Corpus. El caso más difícil es el de Gerardo al cual me referiré más adelante.
Pero hay un elemento común en la apelación de todos ellos que se refiere a la conducta de la prensa. Mientras en el mundo entero era ignorado completamente, el juicio tuvo en Miami una desbordada y estridente cobertura de los medios locales que promovieron un ambiente de odio contra los acusados, pero además amenazaron y provocaron a los miembros del jurado y a los abogados y testigos. La propia jueza se quejó varias veces y pidió al gobierno que pusiera fin a una situación claramente violatoria de las normas del debido proceso. Ese fue uno de los factores que llevó a la decisión unánime del panel de la Corte de Apelaciones en el 2005 de anular aquella farsa y ordenar un nuevo juicio, justa decisión revocada después por presiones del gobierno de Bush.
Al siguiente año, en el 2006, se supo que esos “periodistas” de Miami eran pagados por el Gobierno para realizar su deleznable faena. Desde hace 5 años grupos de la sociedad civil norteamericana reclaman a las autoridades que revelen todo lo que aún ocultan sobre el alcance de esta operación millonaria – cuánto pagaron, a quiénes y para qué – en una conjura cuyo descubrimiento es más que suficiente para declarar nulo y sin valor alguno todo el proceso seguido contra nuestros compañeros.
Contra Gerardo se levantó una acusación adicional, una calumnia infame que es la causa por la que fue sentenciado a morir dos veces en prisión. Lo acusaron de “conspiración para cometer asesinato en primer grado”.
Sin embargo aquí tengo este documento fechado el 30 de mayo de 2001. Es de la Fiscalía General de Estados Unidos. Aquí dicen que no podían probar esa acusación y por ello solicitaron retirarla a última hora. Pese a ello, Gerardo fue declarado culpable por un crimen que no existió, que era imposible de probar y, para colmo, por el que ya no lo acusaban.
Pero ¿qué importa que este documento exista si nadie habla de él?
Se acusaba a Gerardo falsamente de haber participado en algo con lo que él no tuvo absolutamente nada que ver: el derribo en febrero de 1996 sobre aguas cubanas de dos aeronaves de un grupo terrorista que se dedicaba sistemáticamente a violar el territorio cubano y anunciaba cada violación y las pregonaba sin pudor en los medios de Miami. Independientemente de que este documento es prueba irrefutable de que la acusación era insostenible hay otro dato muy importante que ilustra sobre la prevaricación de las autoridades norteamericanas.
Para reclamar jurisdicción sobre el incidente Estados Unidos debía demostrar que había ocurrido fuera del espacio cubano. Los radares cubanos registraron el hecho dentro de nuestro mar territorial muy cerca de la ciudad de La Habana. Los radares norteamericanos ofrecían datos confusos o que se contradecían entre sí. La misión investigadora de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) solicitó las imágenes tomadas por los satélites de Estados Unidos pero Washington se negó a mostrarlas. Durante el juicio de Miami la defensa reiteró igual petición y el gobierno volvió a rechazarla. Ahora vuelve a reclamarlo Gerardo en su Habeas Corpus y Washington, otra vez, se niega a permitir que nadie vea esas imágenes. Son ya más de quince años de ocultamiento que revelan el carácter fraudulento del alegato estadounidense. Pero Washington ha logrado que nadie lo denuncie permitiéndole seguir engañando a muchos.
La información es cuestión clave para alcanzar la libertad de Gerardo Hernández Nordelo, Ramón Labañino Salazar, Antonio Guerrero Rodríguez, Fernando González Llort y René Gonzalez Sehwerert. Para ganar esta batalla se necesita movilizar a mucha gente, a millones de personas, y desplegar un movimiento de solidaridad que sea verdaderamente amplio y efectivo.
Cualquier aproximación a este problema, si tiene aunque sea un mínimo de objetividad, debe reconocer que estamos muy lejos de esa meta.
Está comprobado que las grandes corporaciones mediáticas imponen un silencio absoluto sobre este caso, especialmente riguroso en Estados Unidos donde la inmensa mayoría de la población lo desconoce completamente. La ausencia del tema en esos medios no es reflejo de incapacidad profesional de los periodistas sino que obedece a instrucciones precisas, a la decisión política de silenciarlo que procede de los más altos niveles de Washington.
Esperar que esos censores cambien de actitud es una ilusión sin sentido, sería practicar el autoengaño. Denunciarlos por ello una y otra vez, es correcto pero insuficiente porque nuestras reiteradas denuncias apenas tienen repercusión.
Es mucho más, muchísimo más lo que podemos y debemos hacer.
Ante todo hay que apreciar objetivamente el alcance que hoy tiene lo que debemos llamar por su nombre, la tiranía mediática global.
No se trata sólo de lo que dicen o callan los periódicos famosos, las grandes cadenas de televisión o las agencias cablegráficas que deciden sobre la transmisión de noticias en todo el mundo. Todos ellos, unificados en enormes monopolios controlan y manipulan la información y extienden su influencia hasta quienes quieren ser alternativas a esa dictadura global, incluyendo medios que se autodefinen como revolucionarios.
Hay mucha gente en el mundo que se esfuerza por hablar y hacerse oír con recursos muy limitados y han logrado alguna que otra vez penetrar la muralla de la desinformación y el engaño. Nuestros recursos son mucho mayores, los de las Universidades cubanas, sus profesores y estudiantes.
Hagamos como los niños de La Colmenita y preguntémonos sinceramente ¿qué más podemos hacer?

Intervención en la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI),
Julio 20, 2011