El legado del prominente intelectual Cintio Vitier, cuyas exequias se efectuaron este viernes en La Habana, fue exaltado por diversas personalidades dentro y fuera de Cuba, entre ellas el poeta y ensayista Roberto Fernández Retamar, presidente de la Casa de las Américas, quien subrayó la estatura ética y literaria del autor de Vísperas y Testimonios.
En un Consejo de la UNEAC, Cintio, junto a Fina, departe con Retamar y la hija de este, la también escritora Leidi Fernández de Juan.
"Se trata de una figura enorme, manifestó Retamar y añadió: ‘Hace algunos años, al hablar de uno de sus libros dije que Cintio era el Presidente de la República de las Letras en Cuba"’.
Para Reynaldo González, narrador y ensayista, Cintio clarificó el sentido de la poesía cubana del siglo XX y tendrá siempre un puesto inigualable en la cultura cubana.
En declaraciones a Prensa Latina, González recordó que Vitier fue la cabeza de una familia de creadores e intelectuales cubanos, formada por su esposa Fina García Marruz, una enorme poeta, y sus hijos Sergio y José María, músicos de primera línea en Cuba.
El escritor César López coincidió en destacar el significado de su obra poética, un pilar en el conocimiento con un fundamento de la Patria. Sus creaciones, dijo, constituyen un disfrute para la cultura cubana.
"La lección del prócer independentista José Martí —precisó—fue asumida como una actividad perpetua, una obligación del espíritu que nunca abandonó".
La especialista Aracelis García, quien laboró desde la década de 1960 junto a Cintio en la Biblioteca Nacional, lo recuerda como un hombre extraordinario: "Tuve el honor de estar cerca de él durante muchos años y doy fe de su rigor y disciplina, de su ejemplo ético y revolucionario".
El reverendo de la Iglesia Episcopal cubana, Raúl Suárez, al evocarlo, subrayó: "Cintio nos ayudó a entender que no hay contradicción en amar a Dios y ser revolucionario. Creo que eso ha sido uno de los grandes aportes que nos dejó en estos 50 años de Revolución".
En Managua, el Centro Nicaragüense de Escritores lamentó la muerte del poeta mediante un comunicado en el que destacó la vocación martiana y el amor por Rubén Darío del autor cubano.
Conmovedoras palabras se recibieron en la redacción de Granma por parte de María Poumier, hispanista francesa y traductora a ese idioma de la novela De Peña Pobre, que salió en la colección Obras Representativas de América Latina de la UNESCO, dirigida por Fernando Aínsa, en 1995: "Desde ayer somos todos huérfanos de Cintio, y me sitúo al lado de Fina, en la esperanza de reunirme pronto con él nuevamente, en su gloria. En su novela, Cintio explicó que su seudónimo juvenil, Kuntius, en alemán, significa el sol. Y lo primero que publicó, para afianzar en sus raíces profundas el triunfo de la Revolución, fue Ese sol del mundo moral, una historia de la eticidad cubana. ¡Qué envidiable seguridad en él, qué tranquilidad al vestir su papel histórico!"
No hay comentarios:
Publicar un comentario