Caracas, 28 Jun. ABN.- Luego de autojuramentarse como presidente de Honduras, Roberto Micheletti, quién consideró el golpe de estado contra el Presidente Manuel Zelaya como una “sucesión constitucional”, despreció en primera instancia la integración de Honduras en la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba).
Durante su primer discurso como Presidente de facto, Micheletti desconoció los beneficios que el Alba ha otorgado a países como Honduras entre los que puede destacarse el giro significativo en su tan ancestral como perniciosa dependencia de los Estados Unidos, como dependiente de los Tratados de Libre Comercio (Alca), así como su incorporación al ente petrolero gran nacional Petroamérica y la integración con sus hermanos del continente.
“Primero tenemos que revisar que ha producido el Alba para Honduras, saber dónde está invertido ese dinero que dicen que nos han mandado para poder continuar si así lo desea el señor Chávez, porque estas son negociaciones, aquí no nos están regalando nada. (...) Podría ser que revisemos los créditos que han dado para poder sacar a Honduras adelante, si hay negociación continuaremos, sino buscamos otros países que puedan ayudarnos”, sentenció Micheletti.
Quien hasta este domingo presidió el Congreso Nacional de Honduras, consideró que el apoyo que ha recibido el Presidente Zelaya de países hermanos como Costa Rica, Guatemala, Nicaragua y El Salvador, se debe a la amistad con sus mandatarios y no a ser reconocido como Presidente Constitucional.
“Recuerden que él (Zelaya) compartió con ellos durante mucho tiempo y de repente la amistad les permite tomar esa actitud. Sin embargo, en este país hay un nuevo Presidente”, expresó Micheletti.
El autoproclamado Presidente de Honduras, pretendió que tanto el pueblo hondureño como los pueblos del mundo “comprendan” lo que ha pasado en el país y que no tomen determinaciones extremas.
Pese al golpe de Estado contra el Presidente Zelaya, el cual además fue avalado por el Congreso Nacional que presidía y las manifestaciones de rechazo sostenidas en 39 ciudades del país centroamericano, Micheletti considera necesario “enseñar” al pueblo a que lo sucedido no fue un golpe de Estado sino una “secesión constitucional”.
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