El Congreso hondureño aprobó el miércoles la suspensión de algunas garantías individuales durante las horas en que está vigente un toque de queda, mientras el gobierno de Roberto Micheletti desafió el ultimátum de la OEA de restituir al depuesto presidente Manuel Zelaya.
Los manifestantes se reunieron en las proximidades de la Casa Presidencial, donde el pasado lunes cientos de soldados con fusiles de asalto y carros lanza agua dispersaron a una multitud de respaldo a Zelaya.
Queremos a MEL, urge MEL, corearon los participantes en la marcha en referencia al apelativo popular del estadista.
Previamente se reunieron en la intercepción de varias avenidas a unos 500 metros de la entrada de la Casa Presidencial, donde líderes populares convocaron a la desobediencia civil hasta el regreso de Zelaya.
El Frente de Resistencia Popular cumple hoy tres días en un paro total hasta el restablecimiento de la institucionalidad democrática y la vuelta al gobierno de las autoridades surgidas de las últimas elecciones.
El Frente está integrado por las tres centrales sindicales, las organizaciones campesinas, juveniles, estudiantiles, de derechos humanos y otras sociales.
Los dirigentes populares explicaron que la constitución establece que ningún ciudadano está obligado a someterse a los usurpadores del poder, contra quienes la carta magna otorga al pueblo el derecho a la insurrección. (PL / )
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