Estas jornadas, con masivas concurrencias, comenzaron el pasado 8 de mayo y se extenderán hasta el próximo 7 de junio, como parte de los preparativos de la organización partidista para la celebración de su congreso extraordinario en el mes de octubre.
El presidente Hugo Chávez afirmó a principios de mes que el Partido Socialista Unido de Venezuela debe ser en su esencia un órgano articulador de todos los factores que intervienen en la construcción de la nueva sociedad.
Subrayó que el PSUV es un ente para articular los movimientos sociales, obreros, femeninos, campesinos e indígenas, entre otros segmentos.
La reorganización y actualización de la mayoritaria fuerza política del país tiene una importancia estratégica para las aspiraciones del ejecutivo Nacional de consolidar el proceso de cambios iniciado hace poco más de 10 años, dirigido a beneficiar los sectores más humildes y olvidados.
Una tarea primordial en la movilización viene desempeñando en el proceso la juventud del PSUV, que al decir de sus dirigentes han demostrado nivel de conciencia al asistir de manera masiva a los puntos rojos.
Y es que los más jóvenes tienen un estímulo adicional al permitírseles su ingreso a las filas partidistas con 16 años, lo cual da la medida de que se está pensando en la formación temprana para asegurar el futuro.
Junto a ello está también la creación de la Escuela de Formación de Cuadros Políticos del PSUV que permitirá a los nuevos y actuales integrantes, estudiar y profundizar en la doctrina filosófica del Marxismo-Leninismo, según opinión del dirigente partidista en ese centro Teodoro Bolívar.
En su más reciente viaje a Beijing, Chávez anunció la alianza con la Escuela de Cuadros del Partido Comunista del país asiático, a fin de aprovechar la experiencia china y crear un centro similar en el estado suramericano que contribuya a la formación de los líderes políticos.
No puede separarse del proceso de fortalecimiento, el anuncio realizado a principio de mayo por el Jefe de Estado venezolano al informar una reestructuración en la dirección del PSUV, con el propósito de atemperar la fuerza política a las circunstancias actuales de la nación.
Chávez notificó también la reducción del número de vicepresidencias que de 10 pasa a seis, con el fin de hacer más operativo el trabajo de los designados en cada una de las regiones, que recayó en las figuras de Rafael Ramírez, en el Occidente, y Francisco Ameliach, en la parte Centroccidental.
Diosdado Cabello comandará la vicepresidencia de la región Central; Elías Jaua la Llanera; Aristóbulo Istúriz comandará la parte Oriental y Nicolás Maduro dirigirá la región Suroriental.
Con más de cinco millones de afiliados, el PSUV tiene hoy el mayor respaldo popular en el país, por encima de los partidos tradicionales y reformados.
Según el Instituto Venezolano de Análisis y Datos, la organización es respaldada por el 34,5 por ciento de los consultados en una reciente encuesta, que abarcó mil 200 entrevistados en toda la nación.
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