Tomaremos todas las medidas legales que sean pertinentes para que ese caso no quede en la impunidad, resaltó Correa en un enlace radio televisivo, realizado desde la ciudad de Pelileo, central provincia de Tungurahua.
No nos hemos olvidado y analizamos todas las acciones a acometer a nuestro alcance para que ese ataque, ocurrido el 1 de marzo del 2008, traicionero, artero, ese ultraje a la soberanía nacional sea condenado y se resarcen los daños, subrayó.
"No es que digo me equivoqué, disculpen, y se acabó el lío; la filosofía de mejor pedir perdón que pedir permiso; no con eso no nos van a engañar", aseveró.
El mandatario aclaró que no responderán con violencia, sino con la ley, con el derecho internacional.
Admitió que las reclamaciones de Ecuador están demoradas porque muchas instancias internacionales demandan primero que se agoten los medios nacionales.
Sin embargo, recalcó la decisión de llevar esta violación deliberada de la soberanía de esta nación a la Comisión Interamericana de la Organización de Estados Americanos (OEA).
"Hay que agotar todas las instancias legales en el país, proceso que toma un poco de tiempo, pero seguimos trabajando al respecto", enfatizó.
El ataque, que generó la ruptura de vínculos diplomáticas entre los dos países, fue contra una base clandestinaza de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), ubicada en el norte ecuatoriano y en esa acción murieron 26 personas, entre ellas cuatro civiles y el jefe guerrillero Raúl Reyes.
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