Según informa hoy el diario estatal Cambio, fueron encontrados tres nombres en el bolsillo del boliviano croata Eduardo Rózsa, líder de la banda, quien falleció al oponerse a su detención, cuando el grupo armado fue neutralizado por la policía boliviana.
Uno de los implicados es Juan Líder Paz, ingeniero de profesión, quien, según la pesquisa, financiaba a los extremistas.
Paz estaba prófugo de la justicia hasta el jueves, pero ayer su abogado presentó una solicitud en la que establece domicilio procesal, para que declare ante el fiscal al frente del proceso, Marcelo Sosa, precisó Cambio.
El otro implicado es Héctor Renato Laguna, también ingeniero de profesión, encargado de reclutar a jóvenes de la llamada Falange Socialista Boliviana para ejecutar actos separatistas y sediciosos.
Según la fuente, el tercer involucrado es Enrique Vaca, miembro del directorio de Fexpocruz (Feria Exposición de Santa Cruz), quien facilitó su credencial a Rózsa.
En estos momentos vaca se encuentra prófugo de la justicia.
Por otra parte, la comisión que poner en claro el caso, ayer tomó declaraciones del ciudadano boliviano Ignacio Villa Paz, apodado como El Viejo, quien es considerado testigo clave de la Fiscalía.
Villa fue una de las personas más cercanas Rózsa, por lo que sus argumentos adquieren relevancia en el esclarecimiento de las actividades de la red internacional, apunta el diario.
En las declaraciones del El Viejo, volvieron a salir nombres de autoridades opositoras y miembros del sector empresarial de Santa Cruz.
Según Villa, el prefecto de ese departamento Rubén Costa y los empresarios Branko Marinkovic, Mauricio Roca y Guido Nayar apoyaron al grupo extremista.
De acuerdo a los datos obtenidos como parte de la indagación, la banda tenía la intención de perpetrar acciones separatistas y planes para asesinar al presidente Evo Morales y varios miembros de su gabinete.
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