domingo, 17 de mayo de 2009

Dopaje (nueva temporada)

RANDY ALONSO FALCÓN

Como los seriales a la usanza en las televisoras del mundo, el fantasma del dopaje reaparece una y otra vez en el ámbito del deporte. La trampa sigue siendo parte inseparable del negocio del músculo. Los dividendos multimillonarios, la filosofía lacerante de la gloria a toda costa, la presión de los patrocinadores o dueños que hacen jugosas inversiones, siguen engendrando "monstruos" deportivos cuyo descubrimiento en el timo hace dudar ya de buena parte de los resultados en el deporte de alto rendimiento.

Alex Rodríguez y Manny Ramírez, dos de los peloteros de Grandes Ligas envueltos en los escándalos de dopaje.

LA GRAN CARPA DEL EMBUSTE

Los superídolos del béisbol de Grandes Ligas se desdibujan a la vista de los aficionados. McGwire, Bonds, Clemens, Bell, Alex Rodríguez y varias otras estrellas han sido vinculados al uso de sustancias prohibidas. Una lista fantasma de 104 nombres de peloteros dopados está aún por revelarse en su totalidad.

El nuevo escándalo tiene como centro al astro dominicano de los Dodgers de los Ángeles, Manny Ramírez, quien ha sido suspendido por 50 juegos tras descubrírsele el uso de la Ganodotropina Coriónica Humana (HCG), una sustancia prohibida que es utilizada fundamentalmente para encubrir el dopaje con esteroides.

Según el doctor Gary Wadler, director del Comité de selección de las sustancias prohibidas en la Agencia Mundial Antidopaje, la HCG "usualmente es utilizada cuando la gente está saliendo de un ciclo (de uso de esteroides) para restablecer los mecanismos normales del cuerpo".

En cualquier otro deporte bajo los auspicios del COI, la transgresión le hubiera costado al atleta dos años de suspensión por ser el primer positivo. El mayor costo para Manny Ramírez, de 37 años, será el tercio de su astronómico salario que dejará de percibir por los partidos sin jugar.

Ramírez es el tercer pelotero suspendido este año por violar el benévolo reglamento antidopaje del béisbol profesional norteamericano. Antes fueron sancionados el relevista puertorriqueño de los Phillies, J. C. Romero, y el pitcher de los Yankees, Sergio Mitre.

También sigue rondando el alboroto al mejor pagado de los jugadores de la Gran Carpa. La saga de Alex Rodríguez y el dopaje siguen llenando páginas.

Poco antes del Clásico Mundial, el tercera base dominicano debió reconocer públicamente que había consumido esteroides (testosterona y primobolan) entre el 2001-2003, cuando jugaba con los Rangers de Texas. Adujo entonces que lo había hecho por inexperiencia y deseos de sobresalir, pero que eso había cesado tras su canje a los Yankees en el 2004.

Sin embargo, un nuevo libro a punto de salir a la venta revela que Rodríguez consumió esteroides cuando estaba en la preparatoria y también lo ha hecho durante su actual estancia con el equipo neoyorkino.

El texto, de la periodista Selena Roberts, de la revista Sport Illustrated, recoge declaraciones de un jugador no identificado señalando que Alex Rodríguez y el ex pitcher de los Yankees, Kevin Brown, fueron vistos juntos en el 2004 consumiendo Hormona de Crecimiento Humano, la famosa droga que utilizaron también Marion Jones, Tim Montgomery, Barry Bonds y otros renombrados.

También cita a dos jugadores del equipo de los Yankees, que expresan sus sospechas de que Rodríguez utilizaba sustancias prohibidas, basándose en los efectos secundarios visibles en su cuerpo, y a un empleado del camerino del club neoyorquino, quien comentó que la directiva de la organización sospechaba que el antesalista podría estar usando esteroides.

Pasajes del libro, adelantados por el diario New York Daily News, revelan también que ex compañeros de Alex Rodríguez en la escuela secundaria en la Florida dijeron que este consumía sustancias dopantes cuando jugaba con el equipo del colegio, a sabiendas de su entrenador. Rodríguez aumentó 12 kg de masa muscular durante su segundo y tercer años de preparatoria.

Más manchas para la derrotada credibilidad del béisbol en Estados Unidos. ¿Quién será el próximo?

TRAMPOSOS OLÍMPICOS

Ocho meses después del final de los Juegos Olímpicos de Beijing se siguen descubriendo embusteros. La decisión del COI de congelar las muestras tomadas durante la fiesta olímpica y la aparición en estos meses de métodos avanzados para detectar nuevas formas de dopaje como la EPO de tercera generación, han permitido develar a estas alturas seis nuevos casos de consumo de estimulantes entre los deportistas participantes de los Juegos.

Entre los tramposos más ilustres se encuentran los campeones olímpicos Rashid Ranzi, de Qatar (1 500 m planos), y la griega Athanasia Tsoumeleka (oro en el 2004 en marcha 20 km). También están en la lista los ciclistas Davide Rebellin (Italia), subcampeón en Beijing, y Stefan Schumacher (Alemania). Otros señalados fueron la pesista dominicana Yudelquis Contreras y la croata Vanja Perisic (800 m- atletismo).

El presidente de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), John Fahey, declaró que los controles "retroactivos" de dopaje sirven como "medida disuasoria"; recordó que la AMA puede abrir procedimientos disciplinarios a los atletas dentro de los ocho años siguientes a una violación de las normas y sugirió a los deportistas "que estén tentados a hacer trampas que tengan en mente esta realidad".

¿Serán disuasorias las penalidades, o el dinero y la fama serán más tentadores?

RUEDAS CARGADAS

El ciclismo tampoco capea el temporal. Los escándalos se suceden sin dar tiempo al respiro. Los tramposos siguen saltando a los titulares.

Junto a Rebellin y Schumacher, se habla en estos días del belga Tom Boonen, ex campeón mundial del 2005, quien admitió su responsabilidad en un nuevo caso de doping con cocaína que podría costarle la carrera. Ya había dado positivo antes a la misma sustancia.

Otro que puede ser separado de por vida es el austriaco Christian Pfannberger, tras dar positivo por EPO en una muestra de orina que le tomaron el pasado 19 de marzo. El corredor del equipo Katyusha cumplió una suspensión del 2004 al 2006 por haber dado positivo por testosterona.

En abril, el mundo ciclístico fue estremecido por la muerte del australiano Jobie Dajka, ex campeón mundial de keirin en el 2002, quien fue hallado sin vida en su vivienda en Adelaida. El especialista de pista de 27 años había sido excluido del equipo olímpico australiano que participó en los Juegos de Atenas 2004 luego de confesar que se había dopado.

El pasado 1ro. de mayo, la Unión Ciclística Internacional (UCI) imponía una suspensión provisional al ciclista español José Antonio Redondo Ramos, quien dio positivo por testosterona en un control fuera de competición efectuado por el laboratorio de Barcelona. Ese mismo día, el ex campeón nacional ruso de la contrarreloj, Sergei Shilov, fue suspendido por dos años tras dar positivo en enero por el uso del estimulante carfedón.

El recién iniciado Giro de Italia, en su edición 100, ha venido con la noticia de que aplicará en retroactivo análisis para detectar CERA en las muestras tomadas durante el Giro del 2008. En ese momento no existían aún los métodos para detectar el sofisticado estimulante. Unos meses después de la segunda mayor lid ciclística mundial, el ganador de tres etapas en el Giro 2008, Emanuele Sella, dio positivo a la CERA en un control fuera de competencia.

Los primeros positivos por la EPO de tercera generación fueron registrados durante el Tour de Francia del pasado año y allí fueron detectados los italianos Ricardo Riccó (cuando era líder de la prueba) y Leonardo Piepoli, así como el afamado austriaco Berhnard Kohl. El alemán Stefan Schumacher (positivo también en Beijing) fue detectado como consumidor de CERA en una prueba posterior al Tour realizada por la Agencia Francesa Antidopaje.

Al valorar los casos de algunos de los corredores envueltos en escándalos de dopajes, el presidente de la UCI, el irlandés Pat McQuaid, señaló a finales del pasado año en Berlín que los tramposos fueron cazados por su desmesurada codicia: "Tenían el símbolo del dólar grabado en los ojos y querían obligatoriamente un cero más al final de su contrato. Querían el doble".

Por su parte, el dopado Kohl acusó en la página web Ciclingnews a gran parte de sus compañeros del pelotón mundial de la elite de ser consumidor de CERA.

El dopaje se sigue extendiendo como una peste en el deporte mercantilizado y superprofesionalizado de nuestros días. Son pocas las manifestaciones deportivas que escapan del fenómeno. La batalla es larga y difícil en un mundo donde la ética y los valores morales están en crisis.

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