jueves, 1 de octubre de 2009

Un Partido de la mayoría al servicio de todos

Cuando el tres de octubre de 1965 el Comandante en Jefe Fidel Castro preguntó a los delegados al Primer Congreso constituyente cómo debía llamarse en adelante el entonces Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba, todos coincidieron en nombrarlo Partido Comunista de Cuba.

El hecho significó la conquista definitiva de los ideales y objetivos que movieron las luchas de la nación desde la época colonial, frustradas por el intervencionismo del gobierno norteamericano, pero también el resultado de un proceso unificador iniciado en 1961.

Las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI) abrieron paso a la creación del instrumento político unitario de la Revolución, que a la sazón lideraba Fidel como fundador del Ejército Rebelde e iniciador de la última etapa del combate antibatistiano.

Al Movimiento Revolucionario 26 de Julio se sumaron el Partido Socialista Popular, cuyo secretario general era Blas Roca, y el Directorio Revolucionario 13 de Marzo, dirigido por el Comandante Faure Chomón.

Una vez evaluados los avances de la integración y de los errores del sectarismo de algunos miembros de la dirección de las ORI, el 26 de marzo de 1962 se inició una nueva etapa en la construcción del Partido Unido (PURSC).

Comenzó así la creación de sus Núcleos, a partir del principio de una selección rigurosa e individual y apoyada en la consulta con los trabajadores, en una estrategia que se ha mantenido hasta la actualidad.

Un hecho demostrativo en esa dirección es la convocatoria al estudio y reflexión de los discursos de Raúl en el acto en Holguín por el aniversario 56 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, y en el III Período Ordinario de la VII Legislatura de Asamblea Nacional del Poder Popular.

En ese proceso político hay que definir, sobre bases reales, qué tipo de sociedad socialista aspiran a tener los cubanos y un modelo económico que garantice el carácter irreversible del régimen sociopolítico de la nación, lo cual constituye la única garantía para su verdadera independencia.

Con toda lógica y ante la necesidad de buscar soluciones a complejos problemas, principalmente económicos y trazar pautas, quedó pospuesta la realización este año del VI Congreso del PCC, aunque sus preparativos continúan con la organización de la I Conferencia Nacional del Partido.

Una reunión de ese tipo resulta convocada entre uno y otro Congreso para incorporar a nuevos miembro al Comité Central y separar a quienes considere conveniente.

La política invariable de consultar con el pueblo cuanta dificultad haya, por dura que sea, ha sido la tónica, incluso antes del tres de octubre de 1965, cuando quedó constituido el primer Comité Central del PCC.

En aquel memorable acto, Fidel leyó la carta de despedida del Guerrillero Heroico Ernesto Che Guevara, uno de los inspiradores de la creación de un Partido, estrechamente vinculado a las masas que velan por mantener la pureza de sus filas: el Partido de la mayoría al servicio de todos.
(Lino Luben Pérez)

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