Jorge Luis Merencio Cautín
GUANTÁNAMO.— José Ramón Machado Ventura, Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, entregó a esta provincia la bandera que la acreditó como sede de las actividades centrales por el 17 de Mayo, Día del Campesino.
Machado Ventura entrega la bandera al presidente de la ANAP en Guantánamo.
El miembro del Buró Político primero ondeó el estandarte ante los miles de campesinos y pueblo presentes en la plaza Pedro Agustín Pérez, de esta ciudad, para seguidamente depositarlo en manos de Enrique Romero, presidente de la ANAP en este territorio.
Junto a Machado Ventura presidieron la celebración los también miembros del Buró Político Salvador Valdés Mesa, secretario general de la CTC, y Ulises Rosales del Toro, ministro de la Agricultura.
Se encontraban presentes, además, Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Partido en la provincia; Orlando Lugo Fonte, presidente de la ANAP; Julio Camacho Aguilera, uno de los firmantes de la Ley de Reforma Agraria, y participantes en el Congreso Campesino en Armas.
Once productores recibieron la Distinción Antero Regalado, de manos de Torres Iríbar. Ellos fueron Hernán Sierra Duvergel, Ángel Fidel Vega Arias, Nazario Leyva Borges, Magda Lidia Hernández Paradelo, Gerardo Calderón Díaz, Alcides Arcia Urgellés, Ricardo Matos Guilarte, Adael Peña Ramírez, Pedro Correa Acosta, Persiderio Leyva Acosta y Oscar Muñoz de la Cruz.
Lugo Fonte entregó la Medalla Romárico Cordero a los productores Esteban Misael Matos Osorio, de la Cooperativa de Crédito y Servicios Pedro Destrade, y a José Joaquín Ross Martínez, de la Luis Rustán.
En las conclusiones del acto, desarrollado bajo una pertinaz pero bienvenida lluvia, Ulises Rosales del Toro destacó que fue el 17 de mayo de 1959, con la firma en La Plata de la Ley de Reforma Agraria, el día en que el campesinado cubano fue definitivamente dueño de la tierra que trabajaba.
Esbozó el papel protagónico de los guantanameros en las luchas campesinas en el país y puso como ejemplo las peleas libradas por Lino de las Mercedes Álvarez en el Realengo 18, las de los lugareños en el Valle del Caujerí, y en la Sabana del Vínculo por Niceto Pérez.
Rosales del Toro reconoció que se observan algunos resultados en las producciones agrícolas, pero significó que en este vital campo queda mucho por hacer, y exhortó a redoblar los esfuerzos para reducir importaciones al país y continuar mejorando la alimentación del pueblo.
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