lunes, 20 de septiembre de 2010

Un clamor por la preservación del mosaico ecológico

La creación de una nueva Red para la conservación de plantas en islas constituye una de las iniciativas de mayor alcance del IV Congreso Mundial de Jardines Botánicos que sesionó en junio pasado en Dublín, capital de Irlanda del Norte

Una decisión de esa naturaleza contribuirá a centrar la atención en la alarmante situación de la biodiversidad terrestre en 53 archipiélagos del mundo, que contienen unas 10 mil especies de plantas endémicas.

En su número especial de abril último, la revista científica Perspectives in Plant Ecology, Evolution and Systematics calificó de grave la realidad imperante en esos lugares, donde calcula que puede haber de tres mil 500 a seis mil 800 tipos de arbustos insulares amenazados.

Entre ellos, de dos mil a dos mil 800 estarían al borde de la extinción, debido a que en muchos archipiélagos del orbe faltan la investigación básica sobre la flora terrestre y medios para, al menos, mitigar la hecatombe, en particular en la islitas pequeñas.

Por tales razones, el propósito de la Red es establecer contactos y conexiones, identificar y atender prioridades, establecer y documentar buenas prácticas de manejo, para promover entre conservacionistas un acercamiento imprescindible.

Algunas de sus actividades iniciales estarían dirigidas a la evaluación rápida del estado de conservación de la diversidad, optimizar y asistir, con la elaboración de Listas Rojas, y documentar y monitorear el nivel de su supervivencia.

También podrían facilitar rápida y efectivamente detecciones tempranas de especies invasoras, al igual que evaluar y promover ejemplos de buenas prácticas de manejo, de acuerdo con especialistas cubanos con experiencias sobradas.

Así lo pone de manifiesto el hecho de que la flora de Cuba se caracteriza no sólo por la variedad, sino además por su endemismo o especies exclusivas.

En la formación de ese mosaico ecológico de gran riqueza y diversidad han influido factores como la temperatura, humedad, las lluvias, los vientos, el tipo de suelo y la insularidad.

De modo, que el archipiélago cubano cuenta con más de ocho mil especies botánicas, entre ellas, seis mil son plantas superiores, de las cuales más del 50 por ciento resultan endémicas, por lo que este país es considerado el principal centro de ejemplares de las Antillas.

Expertos cubanos distinguen, además, algunos bosques condicionados por las características de los suelos, entre ellos, los pinares, que colonizan suelos pobres y arenosos; y los cuabales (en tierras muy erosionadas, secas y formadas sobre serpentinas), donde crece una vegetación con mucho endemismo local.

Igualmente, los charrascales, siempre verdes, con hojas pequeñas, localizados en las faldas de las elevaciones, sobre rocas ultrabásicas (principalmente serpentinas) y menos secos que los anteriores.

Además del estrato arbóreo, existe un nivel de vegetación de arbustos, que crece a la sombra de los grandes árboles (sotobosques) o en extensiones de matorrales, bajo el sol.

Está también la vegetación herbácea, de más pequeña talla que la anterior y que coloniza los disímiles espacios disponibles de una naturaleza envidiable. (Lino Luben Pérez)

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