por Elena Milián Salaberri / AIN
Expertos del sector cañero aquí reafirmaron las propiedades de un parasitoide, reproducido de forma semindustrial en Cuba, eficaz en el control biológico de plagas dañinas a la caña de azúcar y el maíz.
Mario Carlos Almora, estudioso del tema, explicó a la AIN la pertinencia de acoger entre los protectores naturales al Tetrastichus Howardi, descubierto en Matanzas hace más de una década y validado luego de unas 50 generaciones, análisis bioecológicos y de accionar en los campos.
Destacó su efectividad usado como complemento de la mosca Lixophaga Diatraeae (Towns) frente a los Taladradores o Barrenadores de Tallos, agente causante de la merma productiva de un millón 200 mil toneladas de azúcar anualmente en las naciones cañeras de América.
Publicaciones científicas de esa agroindustria dan fe de la reproducción del T. Howardi en un primer momento en el Centro nacional de Referencia para el Control Biológico, en la capital del país, y en otras instituciones afines, además del interés de especialistas extranjeros en introducirlo.
Aunque pequeña en zafra, Pinar del Río cuenta con uno de los centros reproductores de entomófagos de la nación.
La reproducción artificial del nuevo controlador en forma semindustrial es capaz de garantizar grandes cifras en cortos plazos, sin inversiones adicionales a las ya existentes.
Puede obtenerse sobre su hospedero natural ( el Taladrador) o en uno de sustitución, y su utilidad se basa en el poder de destruir parte de las pulpas de esos causantes de la pérdida de sacarosa en la caña en estadío de adultez.
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