La Plaza de la Revolución José Martí acogerá al torrente humano que a una sola voz exigirá la eliminación total del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el imperialismo yanqui y demandará la liberación de los cinco antiterroristas cubanos prisioneros injustamente en cárceles norteamericanas. (Foto tomada de Trabajadores Digital).
La Habana, 1ro may.- Tribunas, equipos de audio y banderas distinguen tradicionalmente a la Plaza de la Revolución José Martí cada Primero de Mayo, y este año la sede del desfile por el Día Internacional de los Trabajadores no será la excepción.
Nuevamente el pueblo marchará victorioso, con el incentivo de celebrar los 50 años del triunfo revolucionario y los 70 de la creación de la Central de Trabajadores de Cuba, (CTC).
Tal y como sucedió en el año 1959, fecha de la primera concentración revolucionaria, toda Cuba volverá a vibrar, esta vez con la convicción de encarar los nuevos retos que impone la defensa de las conquistas del socialismo.
Desde hace varios días se respira ambiente proletario en las inmediaciones de la Plaza, donde el rojo, el azul y el blanco, colores de la enseña nacional, inundarán nuevamente la avenida Paseo, punto de encuentro de más de 500 mil trabajadores de 19 sindicatos.
Cerca de mil 500 visitantes extranjeros, procedentes de organizaciones sindicales y brigadas de solidaridad de 57 países, también se dan cita este viernes, en medio de una realidad socioeconómica mundial bien tensa.
Los obreros de todo el planeta padecen los azotes de las múltiples crisis generadas por el neoliberalismo globalizado, propio de sociedades de economía de mercado.
Bien diferente se presenta el entorno de la clase obrera cubana, aún cuando no escapa a los efectos de la depresión global y además sufre la persistencia del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos hace medio siglo.
Plazas de toda la nación servirán de escenario para el reclamo de los Cinco Héroes, presos injustamente en cárceles del imperio por luchar contra el terrorismo, en tanto se rendirá homenaje a los Mártires de Chicago, obreros que se alzaron un Primero de Mayo de 1886 por la consecución de la jornada laboral de ocho horas.
Con la vigencia de las ideas de Lázaro Peña y al igual que en cinco décadas de Revolución triunfante, líderes pueblo y trabajadores se fundirán en pos de un objetivo: avanzar hacia una sociedad cada vez más justa. (AIN).
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