martes, 3 de noviembre de 2009

Acerca de los cambios propuestos por Pedro Campos

Por Noel Manzanares Blanco / Televisión Camagüey

Como de costumbre, leo los trabajos que habitualmente sobre Cuba escribe Pedro Campos en Kaos en la Red. Así, me dispuse a apreciar su título “Cambiar qué y para qué”, aparecido en este Sitio el pasado 31 de octubre, en cuya inscripción dice “¿Cambiar para más estatismo, o más socialismo? ¿Para más concentración, o más socialización de la apropiación de la propiedad y los excedentes? ¿Para más control obrero o “sobre” los obreros?” (www.kaosenlared.net).

Al concluir la lectura del título de marras, me vino a la mente lo que redacté con el rótulo “A propósito del programa de Campos y sus compañeros” (www.kaosenlared.net, 17/8/08). En lo esencial, asumo como vigente las consideraciones de ese entonces, y ahora muy apenas llamaré la atención acerca de aspectos que considero medulares en la percepción de Campos.

Para comenzar, Pedro cita a Eduardo Galeano: “La burocracia, enemiga de la esperanza, desprestigia al socialismo… Si por la burocracia fuera, los estados socialistas serían cada vez más estados y menos socialistas”.

Con todo el respeto que me merece Galeano, en el asunto de la burocracia prefiero las enseñanzas del Comandante Ernesto Guevara de la Serna en “Contra el burocratismo”, al que se puede acceder hoy a través de www.cheguevara.com.ar —complementado en “El socialismo y el hombre en Cuba” www.patriagrande.net. Por ello, reitero lo que concebí en ocasión del ochenta aniversario del legendario argentino-cubano:

“[…] llama la atención que para el Comandante Che Guevara el burocratismo no es un componente inherente al Socialismo, sino más bien un resultado vinculado a la inexperiencia, un elemento que objetivamente deja su impronta en el trabajo cotidiano debido a tres razones fundamentales —según su propia consideración:

1ra razón.- la falta de motor interno: o sea, la carencia de interés del individuo por rendir su servicio al Estado y por superar una situación dada, traducido en una falta de conciencia revolucionaria o, en todo caso, en el conformismo frente a lo que anda mal. He aquí un mayúsculo peligro.

2da razón.- la falta de organización: es decir que el burocratismo genera cuellos de botellas, freno innecesario al flujo de las informaciones de las bases y de las instrucciones emanadas de los aparatos centrales, las que a veces toman rumbos extraviados y, otras, se traducen en indicaciones mal vertidas, contribuyendo a más distorsión. He aquí otro mayúsculo peligro.

3ra razón.- la falta de conocimientos técnicos suficientemente desarrollados como para poder tomar decisiones justas y en poco tiempo: esto se traduce en que las discusiones suelen volverse interminables, y después de una, dos, unas cuantas reuniones, el problema sigue vigente hasta que se resuelva por sí solo o hay que tomar una resolución cualquiera, por mala que sea. He aquí una tragedia de incalculable consecuencias.

Entonces, clave resulta exigir a todos los funcionarios (as), establecer límites de tiempo para cumplir las instrucciones emanadas de los organismos centrales, controlar correctamente y obligar a tomar decisiones en tiempo prudencial. Si nosotros logramos hacer todo ese trabajo —pensaba el Che—, el burocratismo desaparecerá. Por ello, se trata de una tarea de la nación entera, del país empeñado en la construcción del Socialismo, es decir de los organismos dirigentes, fundamentalmente de la vanguardia partidista y de las organizaciones sociales y de masas, es decir del pueblo todo.

Precisamente, cuanto he señalado de manera sucinta nos enlaza con su carta devenida ensayo con el título El socialismo y el hombre en Cuba […].

Ante todo, significo una advertencia guevariana: “el Estado se equivoca a veces. Cuando una de esas equivocaciones se produce, se nota una disminución del entusiasmo colectivo por efectos de una disminución cuantitativa de cada uno de los elementos que la forman, y el trabajo se paraliza hasta quedar reducido a magnitudes insignificantes; es el instante de rectificar […]”.

He partido de ahí porque la Revolución Cubana exhibe su histórica capacidad de corregir el rumbo cuando las condiciones así lo han demandado, algo comprobable si se examina —por ejemplo— lo que a mediados de los ochentas del pasado siglo fue denominado como “Procesos de rectificación de errores y tendencias negativas” y las medidas que actualmente tienen lugar en la mayor de las Antillas a tono con los discursos del compañero Raúl Castro de los pasados días 26/7 y 24/2 —todo ello, un modesto legado al movimiento revolucionario internacional [al que se le agrega el debate que acaba de concluir en todos los confines de la Mayor de las Antillas].

Asimismo, resulta de marcada actualidad la definición que nos proporciona el Che acerca del individuo como actor del extraño y apasionante drama que es la construcción del socialismo, en su doble existencia de ser único y miembro de la comunidad, en su cualidad de no hecho, de producto no acabado. Ello explica su alerta en el sentido de la necesidad que tiene la sociedad en formación de competir muy duro con el pasado —en: Lecciones de Che Guevara, www.centroche.co.cu.

¿Por qué Pedro Campos obvia al Che Guevara en “Cambiar qué y para qué”?

Por demás, desde el mismo primer párrafo de su título en cuestión, el autor señala:

“'Revolución es cambiar todo lo que deba ser cambiado', se ha dicho hasta la saciedad y en las pocas intervenciones del Presidente Raúl Castro en los últimos meses sobre la situación interna actual, -ninguna reflexión de Fidel para dentro-, prima un discurso abierto a los cambios necesarios y al diálogo, que difiere de la política práctica” —el subrayado es mío.

¿Qué quiere decir eso de “ninguna reflexión de Fidel para dentro”? ¿Se insinúa que el compañero Fidel “esconde la bola”, como dice comúnmente? ¿Por qué afirmar que en Cuba el dicho y el hecho andan divorciado?

Finalmente, a propósito de los comentarios al escrito de Campos que se encuentran en el referido Sitio, agrego el “#1 Arrebatao

“Si se me permite una sugerencia, Pedro Campos, ustedes, los que sean, como grupo, necesitan quizás pasar a la acción. Están ustedes teorizando sobre una partida que ya se está jugando en la vida real. Y vuestros contrincantes no son los elementos del gobierno, son las Yoanis.

“Cuba cambiará sin lugar a dudas. Ustedes parece ser que quisieran intentar el socialismo. Pero la única alternativa visible dentro de Cuba desde hace un buen rato son los planteamientos de Yoani. Son ellos los que, en todo su derecho, se están encargando, no solo de escribir como ustedes, sino de hacer. Ahora se personaron en el debate de la revista Temas (gracias Kaos por difundir esta noticia) y sus planteamientos son justos y creo yo, podrían estar en la boca de cualquiera que desee lo mejor para Cuba. Ellos son los únicos que realizan acciones de este tipo. Cuando sean lo suficientemente fuertes, y lo serán, serán ellos los únicos que hagan manifestaciones visibles y cuando Cuba cambie, serán ellos los únicos que se recuerden. Y ellos sí no quieren el socialismo.

“Las ideas vuestras tienen potencial para aglutinar a mucha gente en Cuba. Pero escribiendo en kaos mientras esperan por el gobierno, se les está yendo el tren.

“Valoración: 2”.

Sin comentario.

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