Freddy Pérez Cabrera
Con la misma disposición de vencer o morir, manifestada en el Pacto de El Pedrero, suscrito el 1ro de diciembre de 1958, entre las fuerzas del M-26-7 y del Directorio Revolucionario 13 de Marzo, firmado posteriormente por el Partido Socialista Popular, este 8 de octubre se incorporarán nuevas fuerzas al campamento rebelde instalado en Santa Clara, bajo la guía de su eterno jefe, el Comandante Ernesto Che Guevara.
Hasta el Mausoleo serán traídos los restos de los 69 combatientes.
Hasta el Mausoleo construido en áreas del Complejo Escultórico Memorial que lleva su nombre, serán traídos los restos de 69 combatientes caídos durante la guerra de liberación o fallecidos después del triunfo de la Revolución, que integraron el llamado Frente de Las Villas, constituido a finales de 1958 en las montañas del Escambray como parte de la estrategia de Fidel de extender la lucha revolucionaria por toda la Isla.
El espacio ha sido concebido para honrar y custodiar los restos de los hombres y mujeres que integraron las fuerzas de la Columna Nro. 8 Ciro Redondo, comandadas por el Che Guevara, del Directorio Revolucionario 13 de marzo y del grupo de combatientes del Movimiento 26 de Julio que operaban en la zona, según explicó la arquitecta Blanca Hernández Gibernau, proyectista principal de la obra, quien encabezó el equipo de especialistas que laboró en la idea.
Blanca Hernández, proyectista principal de la obra.
Compuesto por 220 nichos, el recinto, que ocupa un área aproximada de 5 000 metros cuadrados, forma parte del conjunto integrado por la Plaza y el Monumento inaugurados en 1988 y por el Memorial y la Plazoleta construidos en 1997, destacó la arquitecta.
La idea fue crear un clima íntimo, de ambiente propio o espacio interior, que permitiera lograr la solemnidad y el respeto requeridos, explicó Hernández Gibernau, quien destacó el concepto de crear una especie de parque-jardín, con una fuerte preponderancia de la vegetación.
Entre los materiales utilizados predominan los naturales como las losas de Jaimanitas que cubren el muro que bordea el mausoleo, o las lajas que sirven de pavimento en las vías interiores.
En la vegetación destacan las vicarias y otras plantas ornamentales que le dan un toque de sobriedad al Complejo, en el que resaltan 28 palmas reales, igual número que las colocadas en los laterales de la plaza, que simbolizan el año de nacimiento del Che.
En la zona central del recinto se alza la “llama eterna”.
En la zona central del recinto se alza la "llama eterna", unida en su significado a la existente en el Memorial, con igual expresión y relacionadas físicamente por el mismo sistema.
También resalta la réplica de nuestro Escudo Nacional fundido en bronce, colocado entre las palmas y sobre el muro que le sirve de guía, junto a la idea central que preside el Mausoleo.
En las tres terrazas superiores sostenidas por muros construidos a base de lajas o piedras se ubican los 220 nichos que componen el Mausoleo. En las 69 lápidas de los combatientes que serán inhumados, en ocasión del aniversario 42 de la caída del Che en Bolivia, figura una inscripción con el nombre y el grado del combatiente, además de sus fechas de nacimiento y muerte.
En las lápidas figura una inscripción con el nombre, grado militar del combatiente, fechas de nacimiento y muerte.
A partir de que la creación del Frente de Las Villas se caracterizó por la unión de varias fuerzas, se eligió para presidir el Mausoleo una frase contenida en el acuerdo que expresa: "Unir es la palabra de orden. Juntos estamos dispuestos a vencer o morir".
Apuntes del Frente Norte de Las Villas
Los méritos del Che como estratega de la guerra irregular y organizador político, quedaron demostrados durante la invasión de la Columna Nro.8, que en apenas 45 días protagonizó la hazaña de llevar la guerra a Las Villas, región en la cual libró fieros combates que contribuyeron a forjar la victoria del 1ro. de Enero.
Tras su llegada, el Che desarrolla una labor unitaria que lo condujo a reunirse con los destacamentos del M-26-7 existentes en el lugar al mando de Víctor Bordón y las fuerzas del Directorio Revolucionario comandadas por Faure Chomón.
A mediados de octubre el Che ataca y toma el cuartel de Güinía de Miranda, e inicia una ofensiva contra los pequeños enclaves de la tiranía más cercanos a las montañas, al mismo tiempo que repartía tierras entre los campesinos pobres y realizaba asambleas con núcleos de obreros, a fin de organizar los esfuerzos de la población en la batalla final contra la tiranía.
Fidel estaba al tanto de cuanto allí ocurría, a partir de los informes de Clodomira Acosta Ferrals, a quien encargó averiguar lo que acontecía en las montañas centrales.
El 7 de noviembre, convencido ya de la imposibilidad de sumar a la tropa de Menoyo, el Che escribió a Faure : "Esa delicada situación hace imposible llegar a un acuerdo con la citada organización", y le propuso llevar a cabo "conversaciones concretas sobre todos los puntos de interés de nuestras respectivas organizaciones".
Fue así como el 1ro. de diciembre de 1958, luego de diversos encuentros sostenidos por él y Ramiro Valdés con Chomón y otros miembros de su organización, fue firmado el Pacto de El Pedrero, al cual días después se adhirió el Partido Socialista Popular.
A partir de entonces comenzó la gran ofensiva rebelde que no terminaría hasta la liberación de Santa Clara a finales de diciembre de 1958.
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