TEGUCIGALPA, 8 de octubre.— El diálogo en Honduras se encuentra casi en punto muerto por la negativa de los golpistas a la restitución del orden constitucional, aseguró a PL el diputado Marvin Ponce, del Partido Unificación Democrática y de la comisión política del Frente Nacional contra el golpe de Estado.
No obstante, Ponce negó que se tratara ya del fracaso de las conversaciones iniciadas con la presencia de una misión de alto nivel de países de la Organización de Estados Americanos (OEA), España y la ONU.
El legislador explicó que en la jornada de hoy se abordó el llamado Acuerdo de San José, una propuesta del presidente de Costa Rica, Oscar Arias, promovido como mediador en el conflicto por Estados Unidos.
Los representantes del presidente Manuel Zelaya, derrocado por el golpe militar del 28 de junio, insisten en el cumplimiento del primer punto de ese proyecto: el restablecimiento del mandatario en el cargo.
Ponce señaló que los tres representantes del presidente golpista, Roberto Micheletti, plantearon una salida mediante "una tercería", es decir, que otra persona, distinta a Zelaya y Micheletti, asuman la presidencia. La propuesta de Micheletti es cambiar de golpista, afirmó el diputado.
En su opinión, existen dos sectores dentro de los golpistas: uno que se opone a las elecciones del 29 de noviembre para continuar en el poder, y otro que busca perpetuarse en este mediante los comicios.
Ponce mostró su preocupación por el agravamiento de la crisis y el peligro de una intervención extranjera en Honduras o de una guerra civil ocasionada por el cierre de los espacios democráticos.
Por su parte, la Organización de Estados Americanos (OEA) pidió que se le garanticen al presidente Zelaya condiciones de vida y de trabajo en la embajada de Brasil, acordes con su alta dignidad.
La solicitud fue confirmada en un comunicado por la misión de cancilleres del organismo regional, poco antes de terminar este mediodía una visita de dos días a Tegucigalpa para propiciar una solución a la crisis política.
Los otros dos puntos propuestos por los delegados de la OEA son el restablecimiento y permanencia de todas las garantías constitucionales y la restitución de todos los medios de prensa, cuyo funcionamiento hubiera sido interrumpido.
Mientras, en las calles continúa la presión de los seguidores de Zelaya. Burlando los controles y el nutrido cordón de militares y guardias antimotines, los manifestantes lanzaron consignas como "Queremos a Mel", y "No a la dictadura" frente al hotel sede del diálogo.
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