martes, 28 de julio de 2009

Espero organizar Caravanas de Amistad desde Cuba hacia los Estados Unidos

Manifestó Lucius Walker, líder religioso, quien al frente de 42 integrantes de la XX Caravana de la Amistad Estados Unidos-Cuba, realiza una visita por objetivos históricos y sociales

Ronald Suárez Rivas

Si alguna vez sintió miedo, Lucius Walker no lo ha demostrado. Ni los golpes, ni la cárcel lo han hecho retroceder. Es un hombre optimista, pero no se hace falsas expectativas. Cree que para conseguir algo, hay que pelear por ello.

Reverendo Lucius Walker. Foto del autor

A Cuba, la define como "un símbolo noble de resistencia", por eso, en contra de la voluntad de tres gobiernos norteamericanos, ha organizado 20 caravanas de la Amistad hacia la Isla, y espera algún día, cuando desaparezca el bloqueo, poder preparar caravanas desde aquí hacia los Estados Unidos.

A pesar de que cada uno de esos viajes ha venido acompañado de un cargamento de ayuda humanitaria, considera que el gesto es lo más importante. "No sentimos que la caravana es un salvador para Cuba. La caravana no alivia a la Isla de la larga noche de hostilidad del bloqueo norteamericano. Más bien es una expresión de solidaridad del pueblo de los Estados Unidos, diciéndole a los cubanos que nosotros estamos en desacuerdo con las políticas de nuestro gobierno; que nosotros no los vemos como el enemigo".

Al cabo de 17 años de lucha, su imagen de la Isla se mantiene inalterable. "Sigo viendo a Cuba como una fuerza muy poderosa para la resistencia en contra del imperialismo norteamericano".

Integrantes de la Caravana que por estos días visitan nuestro país. Foto: Yaimí Ravelo

El trabajo nunca ha sido fácil, asegura Walker, quien lidera la Fundación Interreligiosa Pastores por la Paz. "Ha habido momentos duros, en los cuales hemos sido golpeados, hemos sido arrestados¼ ".

Sin embargo, ni la violencia, ni las amenazas lo han hecho desistir.

"En lugar de echarnos atrás, continuamos la lucha. Por ejemplo, cuando nos confiscaron 400 computadoras, organizamos un ayuno por la vida, en el que permanecimos durante muchos días, y eso se convirtió en el centro de una campaña internacional que compulsó al gobierno a liberar esos equipos".

Cuando vuelve la vista sobre el camino andado, se siente optimista.

¿Qué ha sido lo más gratificante?

"El hecho de poder notar un aumento de las fuerzas de la solidaridad en los Estados Unidos. Creemos que nuestras acciones, especialmente nuestra disposición de luchar, han alentado a muchísimas personas para hacer más abierta, más pública su resistencia.

"Cada vez es mayor el número de compatriotas que perciben que el bloqueo contra Cuba no tiene justificación, es inmoral, cruel, y hay mucha gente diciendo: ¡basta, es hora de acabar con eso!"

¿Sucederá en el periodo de Barack Obama?

"La administración de Obama sigue siendo una administración de las malas fuerzas de los Estados Unidos, y aún cuando tenemos la esperanza de que vaya a haber algunos cambios positivos, no estamos ciegos ante el hecho de que hasta ahora las políticas no han variado.

"El bloqueo sigue siendo una realidad, los Cinco continúan prisioneros, la libertad para viajar sigue negada a los ciudadanos norteamericanos."

No obstante, para el líder religioso, independientemente de quién gobierne en la Casa Blanca, la premisa para cualquier transformación está en el papel que sea capaz de desempeñar el pueblo norteamericano.

"Debemos hacer todo lo posible para mantener la presión sobre la administración Obama.

"Estamos convencidos de que ellos no harán ningún cambio por voluntad propia. Cualquier cambio que tenga lugar va a ser el resultado de las personas. Por eso no podemos descuidar nuestros esfuerzos y suponer que Obama lo va a hacer espontáneamente."

Quizás, el mejor ejemplo lo constituyan las propias Caravanas de la Amistad Estados Unidos-Cuba. Después de haber recurrido a la violencia para tratar de impedirlas, las autoridades se han visto precisadas a disminuir la hostilidad en los últimos tiempos.

"Son logros que se obtuvieron a través de nuestra lucha, de nuestra determinación de estar en prisión, de ir a la corte, de exigir cambios."

Aún así, la decisión de viajar a Cuba sin autorización del gobierno continúa entrañando un riesgo.

¿Qué les podría ocurrir al regresar a su país?

"Siempre existe la posibilidad de que, bajo las leyes actuales, seamos multados e incluso encarcelados, pero nada impedirá que continuemos nuestro trabajo de organización y volvamos el año próximo en otra caravana."

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