lunes, 23 de noviembre de 2009

La revolución de Paz

MICHEL HERNÁNDEZ
michelher@granma.cip.cu

Foto: Otmaro RodríguezDos días antes de que Raúl Paz escribiera otra de las páginas del concierto Escuelas contra huracanes, el pasado viernes en el teatro Karl Marx, el famoso músico francés y ex campeón mundial de tenis, Yannick Noah afirmó a Granma que él confiaba plenamente que el arte no solo puede contribuir a hacer del mundo un lugar mejor, sino que tiene todas las cualidades para transformarlo completamente.

Una idea que gravitó en la fuerte alianza establecida por la alineación multicultural de músicos, que se reunieron para protagonizar la segunda edición de este proyecto auspiciado por la UNICEF, y encaminado a recaudar fondos para los centros escolares cubanos afectados por el paso de los meteoros del 2008. El espectáculo coincidió con el aniversario 20 de la Convención sobre los Derechos del Niño y convocó a una parte de la crème de la crème de la canción francesa, como el propio Noah, Mc Solaar, Florent Pagny y Jehro, a los cubanos Ernán López Nussa, X Alfonso y, por supuesto, Raúl Paz, junto al ex vocalista de la popular banda Ketama, Antonio Carmona.

El encargado de desatar la revolución musical de Paz fue el jazzista Ernán López Nussa. Vestido de riguroso negro y con una precisión que quitó el aliento, el autor de Habana report tradujo al lenguaje musical una serie de desgarradoras imágenes proyectadas por una pantalla ubicada detrás del escenario. El video mostró la cara de la devastación dejada por los huracanes, y las vivencias de personas que se convirtieron en héroes de sus propias vidas al enfrentar las secuelas de esos "monstruos" grandes que pisaron fuerte sobre suelo cubano.

Un testimonio audiovisual anticipó la llegada de Florent Pagny, quien ofreció una demoledora demostración de nervio musical, y se entregó a canciones que denotan que se ha convertido en un buen observador del corazón humano, desde C'est comme ça (compuesta para él por Raúl Paz) hasta Amar y amar. El "momento Pagny" llegó cuando este cantante ofreció una soberbia interpretación de Caruso como si estuviera conectado a un voltaje totalmente desconocido. El viraje al mundo de la cultura urbana parisina vino de la mano del explosivo Mc Solaar. Este maestro de ceremonias se parapetó detrás de las trincheras del hip hop, uno de los fenómenos representativos de la Francia pluricultural, desde donde lanzó las rimas filosas y contagiosas de Hasta la vista, Clic Clic y Da Vinci Claude.

Antonio Carmona, luego de su última visita a la Isla a la cabeza de la popular banda española Ketama, regresó ahora para estrenar su exitosa carrera como solista y confirmó, con la interpretación de Vengo venenoso y Para que tú no llores, que el flamenco sigue siendo la razón de su vida.

Raúl Paz tomó el relevo y revalidó su conexión con sus seguidores más fieles al echar mano a Revolución y Mama, dos de sus piezas de mayor pegada, que abrieron la puerta a Jhero, otra de las figuras del plantel francés, quien dio vida a sus canciones Continuando y Everything, en las que la influencia de la chanson francesa, el reggae y la calidez de los ritmos africanos se asoman sin disimulo.

Y África no fue un tema menor en el concierto. El show, efectivamente, tocó el techo creativo cuando el músico galo de padre camerunés, Yannick Noah, desplegó con pasión el exuberante legado rítmico de la música africana. Seguidamente X descargó la artillería sonora de Revoluxion y Habaneando, dos temas que demostraron que este músico sigue viviendo una eterna luna de miel con su legión de incondicionales. Clandestino, uno de los himnos de Manu Chao, sirvió de cierre colectivo a este concierto con el que Raúl Paz continuó rindiendo honores a su apellido.

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