Erradicar de nuestra comunidad la contaminación, extremar la higiene… deviene quehacer urgente en el barrio. No podemos dejar solo en manos del Estado las medidas que atañen a todos
Katia Siberia García
Sin demasiadas contemplaciones andan los vecinos de Versalles y La Coronela. Dicen que allí el saneamiento es a cualquier hora y que, precisamente, no existen mejores condiciones para entre todos erradicar cualquier estorbo; cualquier epidemia.
Si nos tocan a la puerta y no abrimos, estamos siendo insensatos, irresponsables…
Así, de casa en casa, para cerciorarse de la limpia, llevan varios días y la revisión promete extenderse, certifica Mateo Julio Martínez, director del Área de Salud de ese consejo popular.
Así se conoció en una de las audiencias sanitarias que llevan a cabo los CDR en toda la nación. Allí se volvió sobre la situación epidemiológica que afronta el país; tema que no por reiterado, ha sido comprendido. De otro modo no pudieran explicarse los focos de Aedes aegipty que aún subsisten, las personas con conjuntivitis que transitan por las calles, los hábitos higiénicos que para algunos no trascienden la propaganda.
Falta percepción de riesgo, aluden muchos; pero los cederistas de la zona 111 en el municipio de La Lisa saben que también falta responsabilidad.
"Si nos tocan a la puerta y no abrimos, si solo nos conformamos con el ‘visto’ de un inspector, si dejamos el patio o la calle llena de basura, estamos siendo insensatos, irresponsables", alegó Ignacio López Izquierdo, vecino del CDR 6, quien recordó los 7 pacientes que contrajeron el dengue y estuvieron en peligro, hospitalizados; precisamente porque la comunidad no tomó las medidas higiénicas necesarias.
Cuando vemos que fumigan, cuando sabemos de una persona ingresada por sospecha de padecer la influenza, cuando ante la conjuntivitis se toman las medidas, muchos quedan tranquilos porque se está actuando; pero el análisis es otro, aclaró el doctor Julio Martínez.
"Eso sucede porque no hicimos lo que debíamos, y los mayores y únicos responsables somos nosotros, somos todos. El Ministerio de Salud Pública tiene que ser un complemento de esta batalla; el pueblo es quien debe ganarla", sentenció Leonardo Tracter Jordán, coordinador provincial de los CDR en Ciudad de La Habana.
En cuántos hogares se limpia la gaveta que recoge el agua del refrigerador antes de los 7 días, término que impide el desarrollo de las larvas. Casi siempre el equipo está esquinado con la "atractiva" oscuridad que ello representa. Cuántas veces nos lavamos las manos y evitamos restregarnos los ojos; cuántas veces estornudamos sin taparnos la boca o evitamos aglomeraciones innecesarias, cuántas veces esperamos los 45 minutos después de la fumigación para entrar a la casa... la realidad sigue siendo alarmante, en tanto persistan las indolencias, enunció un abuelo con la experiencia de los años a su favor.
En ese sentido, no faltó tampoco el llamado a las administraciones a disminuir los salideros de redes hidráulicas, la tupición en alcantarillados, la existencia de "basureros urbanos". Criterios que reflejan, sin dudas, la necesidad de inversiones que trasciendan las campañas de saneamiento.
La Revolución nunca ha escatimado en gastos para la salud del pueblo; pero debemos ser consecuentes y apoyar el trabajo de las autoridades. Actualmente se erogan grandes sumas en el masivo enfrentamiento a las epidemias. Lo menos que podemos hacer los cederistas, dijo Ileana Urruzuno, miembro del secretariado nacional de los CDR, es accionar para no dar tregua al mosquito trasmisor del dengue, a la conjuntivitis y a la influenza A (H1N1).
Ahora se acerca el invierno, momento favorable para la proliferación, hay que extremar las medidas y despojarnos de todo peligro, concluyó.
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