El texto fue consensuado anoche por los cancilleres de la UNASUR en una reunión de más de cinco horas, en la cual se respaldó al presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, y se rechazó la posible instalación de bases militares estadounidenses en Colombia, por sus negativos efectos en la seguridad regional.
Los representantes suramericanos acordaron convocar para finales de este mes a una cita de ministros de Relaciones Exteriores y de Defensa para continuar las conversaciones sobre este último tema, que afecta fundamentalmente a las naciones colindantes con el territorio colombiano.
En dicha cita, hubo consenso para crear varias comisiones como los consejos suramericanos de Infraestructura y Planeamiento; de Lucha contra el Narcotráfico; de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología e Innovación; y de Desarrollo Social.
El titular ecuatoriano del Exterior, Fander Falconí, destacó que estos grupos ayudarán a consolidar la estructura de la UNASUR y el proceso de integración continental.
Se prevé asimismo instaurar un mecanismo de solución de controversias en materia de inversiones y aprobar un comunicado sobre las Islas Malvinas.
Uno de los párrafos de la Declaración de Quito condena el golpe de Estado en Honduras y ratifica su compromiso con la democracia como único sistema para resolver los desafíos y brindar mayores esperanzas y oportunidades a sus pueblos.
En ese encuentro, las naciones miembros de la Unión Suramericana acordaron no reconocer ninguna convocatoria a elecciones de parte del Gobierno de facto hondureño e hicieron un llamado a la comunidad internacional a "extremar recursos" para restablecer a Zelaya en el poder.
Estos temas fueron igualmente discutidos en una cita paralela, realizada por cancilleres de las naciones miembros de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA) en el Swissotel de esta capital.
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