miércoles, 2 de diciembre de 2009

Kool and the Gang ante puerto cubano

Pedro de la Hoz
pedro.hg@granma.cip.cu

En la bitácora de Kool and the Gang aparecen reservadas cinco fechas inminentes bajo un apartado: Cuba. Del viernes 18 al martes 22 de diciembre, la legendaria banda norteamericana prevé trasladarse a La Habana para reeditar los éxitos que marcaron a una generación de cubanos para quienes piezas como Celebration o Let’s go dancin’ —esta con su pegajoso estribillo "Oh la la la"— entraron en la banda sonora de sus vidas.

Según fuentes consultadas en la Dirección de Promoción del Instituto Cubano de la Música, de momento habrá una presentación única, el lunes 21 a las 9:00 p.m. en la Tribuna Antimperialista José Martí.

Este salto a la isla responde a un deseo largamente acariciado por el líder de la agrupación, Robert "Kool" Bell y coincide con una especie de tercer aire en la trayectoria de una formación que contribuyó de manera decisiva a la internacionalización del funky y el rythm & blues en los años ochenta del pasado siglo.

El primer gran momento llegó nueve años después de su fundación, cuando con el disco Wild & Peaceful (1973) causó furor entre los amantes del R&B con temas exultantes como Jungle Boogie y Hollywood Swinging.

A lo largo de ese decenio se adjudicaron otros éxitos, entre los que se cuentan los álbumes Lights of Worlds y Open Sesamo, este último favorecido por la inclusión de su tema titular en la película Fiebre del sábado por la noche. Hasta que en los ochenta aseguraron su permanencia en el imaginario de la música popular norteamericana con la entrada al grupo del vocalista JT (James Taylor). Fueron los tiempos de Joanna, Cherish y la muy difundida Celebration.

Venidos a menos a fines de los ochenta tuvieron la suerte de que al borde del nuevo milenio la industria del entretenimiento pusiera de moda los ritos nostálgicos. Para Kool and the Gang llegaba entonces una bocanada de aire fresco. Quentin Tarantino recordaba al grupo desde la pantalla en Pulp Fiction.

Instalados en el siglo XXI, los miembros de la agrupación disfrutan del encanto de saberse clásicos tanto en el terreno del funky como en el del R&B. Se les toma como referencia ineludible. Quizá por ello es que recuerden al público durante sus presentaciones que sus orígenes están en el virtuosismo que aprendieron de los maestros del blues.

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