viernes, 25 de septiembre de 2009

No hay epidemia de dengue en Cuba

Las medidas para lograr el éxito tienen que ser colectivas, vinculadas principalmente a la erradicación de los criaderos de Aedes aegypti, que están dentro o muy próximos al domicilio

José A. de la Osa

No existe epidemia de dengue en Cuba ni se han producido fallecimientos por esta causa en el presente año, aseguró a Granma el doctor Luis Estruch Rancaño, viceministro del área de Higiene, Epidemiología y Microbiología del Ministerio de Salud Pública (MINSAP).

Foto: Otmaro RodríguezUn toque de salud a su puerta. ¡Ábrale!.

A partir de los 43 casos importados que se han reportado este 2009 (viajeros enfermos procedentes de otros países), uno de ellos causó el pasado mes de julio un brote secundario de 10 casos en el municipio capitalino de Centro Habana, y el otro radicado en el área de Miramar, Playa, origina en el momento actual un "enfrentamiento epidemiológico" de las autoridades sanitarias ante la posibilidad de brotes secundarios.

Los restantes 41 casos importados, diagnosticados en diversas provincias del país, no motivaron trasmisión secundaria de la enfermedad y en el momento actual, desde el punto de vista médico, son "casos cerrados".

Cuando se detecta un caso de dengue en un área, y para evitar la aparición de brotes e incluso una epidemia, las autoridades sanitarias desencadenan un "verdadero operativo a favor de la salud" en la búsqueda de personas febriles, la existencia de focos del Aedes aegypti, se realiza fumigación intra y extradomiciliaria e incluso se establece la hospitalización preventiva en personas con fiebre. Cualquiera de estas acciones incluye en áreas de alta densidad poblacional unos 4 000 ciudadanos, en las que el país eroga cuantiosos recursos económicos.

La OPS considera este 2009 como el año de más intensidad de dengue epidémico en la región de las Américas, donde se reporta la enfermedad en 35 países. Hasta el 24 de agosto pasado se registraban 613 893 casos de dengue (11 601 hemorrágico, la forma más grave de esta dolencia), con 211 defunciones.

Cuba no vive aislada del mundo. Nuestras estrechas relaciones de cooperación, no obstante los controles sanitarios internacionales vigentes, posibilitan que el dengue constituya una amenaza también para nuestro país.

La resolución 101 del Ministerio de Salud Pública, rubricada por el ministro José Ramón Balaguer el pasado 2 de junio, establece nuevas indicaciones para el Control Sanitario Internacional a viajeros de organismos de la Administración Central del Estado y otras entidades nacionales, donde se fijan los deberes y responsabilidades de los cooperantes, becarios y viajeros en general. Pero requiere sobre todo la más alta responsabilidad de cada viajero en particular.

En cuanto al dengue es importante conocer que el peligro de trasmisión está vinculado a la presencia del vector, el Aedes aegypti, porque para que se origine la trasmisión tiene que existir una persona enferma, el vector o trasmisor y un susceptible (una persona sana).

Por tanto, en todo lugar donde viva y se multiplique el Aedes aegypti, hay riesgo de dengue y de dengue hemorrágico.

Si de manera conjunta en nuestro barrio —en cada casa, centro de trabajo y en los alrededores— ponemos en marcha sistemáticamente acciones contra el Aedes, cualquier índice de infestación existente podría disminuir en un alto porcentaje.

Ellas son, fundamentalmente, mantener los depósitos de agua tapados y cepillarlos en su interior con una frecuencia semanal; colocar boca abajo, y preferiblemente bajo techo botellas, pomos y otros recipientes; perforar las latas antes de botarlas.

Igualmente, las plantas ornamentales deben sembrarse en tierra y cambiar el agua de floreros y vasos espirituales en días alternos; romper los cascarones de huevo (triturarlos); destruir los neumáticos no útiles y poner bajo techo los útiles; cambiar diariamente el agua de los bebederos de animales y cepillarlos también una vez por semana; en patios y azoteas, eliminar las aguas estancadas o cualquier objeto que pueda almacenar agua; revisar semanalmente las gavetas de refrigeradores y aires acondicionados.

No está ajeno el viceministro Estruch a los problemas existentes de saneamiento ambiental, salideros, fosas desbordadas, trabajos incluso de mala calidad atribuibles a los responsables por el buen desempeño del programa de vigilancia y lucha antivectorial, que en ocasiones conspiran contra los esfuerzos y recursos que destina el país para la erradicación del Aedes aegypti.

Por ello hace un llamado a la participación popular en el saneamiento dentro de la vivienda y sus alrededores, porque, dice, sin esa participación consciente y masiva de cada miembro de la comunidad no es posible alcanzar el éxito deseado.

Es invalorable la acción a favor de la salud que puede realizar cada miembro de la familia al erradicar potenciales criaderos del peligroso vector y en apoyo también a las tareas que realizan en las viviendas los trabajadores de la campaña.

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