El público asistente se solidarizó con la entrega del galardón, aplaudiendo puesto de pie, en una velada a la que asistió Abel Prieto Jiménez, miembro del Buró Político y ministro de Cultura.
Danny, el maestro Frank Fernández (también recibió un Premio por la meritoria labor de toda una vida como Productor discográfico), y sus invitados especiales, supieron engarzar nuestra trova con la de Puerto Rico y la cancionística del resto de Iberoamérica. Nuestra Orquesta Sinfónica Nacional, conducida por el maestro Enrique Pérez Mesa, resolvió con creativa disciplina la orquestación del boricua Amaury Sánchez. Su apoyo fue notable y Danny se lo agradeció.
Rivera hizo Las amargas verdades, de Sindo Garay (incluida en el CD Ausencia que grabó con Frank), se unió a Omara (que paró al público con su alto registro vocal y la interpretación de Duele, de Piloto y Vera), en Veinte años, de María Teresa Vera y Guillermina Aramburu, con la misma llamativa fuerza cantable que había mostrado el boricua desde el principio.
Justo a lo que nos tiene acostumbrado un cantante exigente como Danny fue el programa; cuando incorpora una canción, no piensa en el éxito comercial, sino en su mensaje artístico.
Por eso en su voz brillaron temas como Amar o morir, Mi viejo, Los hombres de rabia lloran (con ella desató cálidos aplausos), hasta el cierre, con Tu pueblo.
Y claro que Danny complació a quienes le reclamaron Estando contigo (Madrigal), de Felipe R. Goyco (Don Felo), que
en su voz resurgió como éxito en los años setenta. Ese proceso fascinante de dar arte y recibir cariño llenó de magia el Teatro Karl Marx en la clausura de Cubadisco 2009.(OMAR VÁZQUEZ )
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