Por Ernesto Pantaleón Medina / Televisión Camagüey
Para cualquier ama de casa o chef de cocina, cuando el arroz “crece” significa que en el proceso de cocción el grano aumenta su tamaño, lo que satisface a la mayoría de quienes consumen este alimento.
Sin embargo, en términos de la agricultura, el crecimiento significa incrementar las áreas destinadas a la siembra, cultivo y cosecha del cereal, base principal de la dieta de los cubanos, como también lo es de muchas otras poblaciones del mundo, y no sólo en Asia, como algunos creen.
En los años del llamado “Período Especial” las áreas que en Camaguey se dedicaban al arroz, ubicadas al sur de la provincia, en suelos bajos muy cerca de la costa, se redujeron sensiblemente, debido a las restricciones económicas que llevaron a niveles cercanos a cero los combustibles para la siembra y el riego de herbicidas y fertilizantes con que se atendían tales extensiones (miles de hectáreas) y que se aplicaban en su mayor parte por medio de aviones.
La propia cosecha, muy mecanizada, sufrió severas afectaciones por concepto de carencias de recambios, lubricantes y petróleo.
Sin embargo, a pesar del bloqueo y de la crisis económica que sin dudas dañan el desarrollo agrícola del país, se evidencia una recuperación de los campos y por ejemplo, para el presente año el propósito de la entidad estatal a cargo, el Complejo Agroindustrial “Ruta Invasora”, es plantar alrededor de 9 000 hectáreas, mientras con la estrategia denominada de “popularización”, que es entregar pequeñas parcelas a la población para producir arroz, se prevé completar unas l3 500.
Esta variante aportó el pasado 2008 más de 7 000 toneladas, que la empresa compró al sector privado para procesarlas industrialmente y luego distribuir en la Canasta Básica Familiar o a través de los mercados.
La provincia de Camagüey ha avanzado en el empleo de variedades apropiadas a nuestras condiciones agrícolas, de suelos y climáticas. Una estación experimental aplica avances científicos vinculados directamente a la producción del cereal.
Se espera próximamente, producto de acuerdos surgidos de la Alternativa Bolivariana para América Latina, un mejoramiento de la industria, específicamente en molinos y secaderos, cuya tecnología demanda renovación. En cuanto a los medios de cosecha y tiro, ya se observan en los campos del sur camagüeyano combinadas de corte, y modernos tractores.
En resumen, que contra lo que pudieran pensar los escépticos, los descreídos y los pesimistas, nuestro arroz crece; por supuesto, primero en los surcos, y luego en las ollas.
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