La doble moral del gobierno de Estados Unidos continúa. Los Cinco, presos; Luis Posada Carriles, libre, y ahora otro connotado terrorista, Santiago Álvarez Fernández-Magriñá, también en las calles de Miami.
Álvarez salió de una cárcel federal este miércoles, después de cumplir un castigo que ni siquiera llegó a los cuatro años. Fue condenado por almacenar centenares de armas y municiones en el sur de Florida y además por obstrucción de justicia, al rehusarse a brindar testimonio contra su amigo y socio, el terrorista internacional Luis Posada Carriles.
Álvarez, había admitido culpabilidad de tener un ilegal almacén de armamento. Encontrado en el 2005, cuando las autoridades federales allanaron un apartamento lujoso que mantenía en el norte de Miami, en el condado de Broward.
Álvarez también admitió culpabilidad de obstruir la justicia al no dar testimonio sobre el papel que desempeñó en ayudar a Posada Carriles para ingresar ilegalmente en EE.UU. en la primavera del 2005.
Pese al armamento que le confiscaron, la Fiscalía decidió no presentar cargos de terrorismo contra Álvarez, y el juez lo sentenció a cuatro años de cárcel. El Juez federal, James Cohn, redujo su sentencia a cambio de la entrega voluntaria de otro alijo de armas que la policía no había encontrado en el allanamiento anterior.
Aparte del armamento inicial con el cual fue detenido, Álvarez le entregó a las autoridades federales 30 ametralladoras automáticas y semiautomáticas, un lanzacohetes, varias granadas, 200 libras de dinamita, 14 libras del explosivo C-4 y 4 000 pies de cable para hacer detonaciones. Una cantidad de armamento sin precedentes en el Sur de Florida. Todo para cometer actos terroristas contra Cuba.
Este asesino fue uno de los fundadores de la organización terrorista Alfa 66 y uno de los criminales que atacaron en abril del 2001 a un pequeño poblado en la provincia de Villa Clara. Fue también un importante cómplice de Posada en la planificación del fallido atentado contra el líder de la Revolución cubana Fidel Castro en Panamá, en el año 2000.
Y también para hacer un poco de memoria: Santiago Álvarez se enroló como mercenario de la Brigada 2506, que invadió Girón en 1961. Estos son los verdaderos terroristas que EE.UU. ampara y protege. (SE)
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