José A. de la Osa
delaosa@granma.cip.cu
El niño canadiense de 14 meses de edad, que luego del arribo a Cuba con sus padres procedente de Toronto fue confirmado como el cuarto caso de influenza AH1N1 registrado en el país, tuvo una evolución clínica "muy favorable" y recibió alta hospitalaria.
Fuentes del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) informaron ayer que a los padres y demás personas que mantuvieron relación con el niño se les realizaron las medidas de vigilancia epidemiológica establecidas, incluyendo la administración profiláctica de antivirales, todos con diagnóstico negativo de la enfermedad.
Como dieron a conocer oportunamente las autoridades sanitarias están dados de alta los tres estudiantes mexicanos que cursan carreras en Cuba, y que tuvieron también una satisfactoria evolución clínica de la gripe AH1N1.
Dado el continuo incremento del número de casos que viene originando el nuevo virus, extendido a 44 países (con 11 741 enfermos confirmados y 92 fallecidos), y el potencial peligro que representa para nuestro país, las direcciones del sistema nacional, provincial y municipal de la Defensa Civil se mantienen en fase de alerta.
En la situación actual un importante "escudo protector" lo constituye el Control Sanitario Internacional, conocido por sus siglas CSI, que viene reforzando la vigilancia epidemiológica en nuestras fronteras —léase aeropuertos, puertos y marinas— con acciones destinadas a la contención o detección oportuna de la enfermedad.
En un trabajo conjunto con el Instituto de Aeronáutica Civil, la Aduana, el Ministerio de Turismo y el de Transporte, entre otros muchos organismos e instituciones, se han establecido líneas fundamentales de vigilancia clínico-epidemiológica para el control de los viajeros.
Al arribo de cualquier nave o aeronave la primera autoridad en subir al avión o al barco es un especialista en Medicina para indagar, en conversación personal con los responsables de la tripulación, el estado de salud de los viajeros. Al descender se les realiza un pesquisaje, mediante avanzados equipos adquiridos por Cuba para los principales "puntos de entrada", a fin de conocer la temperatura corporal de los que arriban.
Asimismo, las autoridades sanitarias recepcionan la Declaración de Sanidad del Viajero, con capacidad legal, en la que se consigna si la persona presenta o no síntomas de la enfermedad y si procede de un país donde se ha notificado la existencia del virus AH1N1.
Abordado por Granma, el doctor Ángel Manuel Álvarez Valdés, jefe del Programa de Control Sanitario Internacional del MINSAP, señala que el CSI extiende sus funciones más allá de las fronteras, y en coordinación con el sistema de atención primaria (consultorios del Médico de Familia y Policlínico) realiza un seguimiento epidemiológico durante 15 días a todos los viajeros cubanos y de otras naciones que llegan, a fin de detectar a tiempo los síntomas de la gripe.
No obstante, hace un llamado a la autorresponsabilidad ciudadana para que ante cualquier sintomatología, la persona busque con inmediatez asistencia médica, en el consultorio o policlínico más cercano al lugar de residencia, atención que se brinda de forma especializada a cubanos y a viajeros procedentes de cualquier nación
El doctor Álvarez Valdés, quien es especialista de segundo grado en Epidemiología, precisa que los síntomas de la influenza AH1N1 son muy variables. Aunque se reporta en países como México que en alrededor de un 8% de las personas aquejadas de esta gripe no ha estado presente la fiebre, continúa siendo un síntoma principal, al que se suman la tos seca o productiva, congestión nasal, rinorrea (secreción por la nariz), malestar general, dolor de cabeza, y en algunos casos, vómitos y diarreas.
"Todas nuestras acciones se encaminan a evitar que el nuevo virus pueda afectar a un número elevado de personas dentro de nuestro país. Es por ello que hablamos de detección oportuna, para poder adoptar las medidas de control y tratamiento del enfermo y sus contactos, como se ha podido hacer en los cuatro casos notificados en Cuba".
El CSI ofrece también protección a nuestros colaboradores en el exterior, para lo cual mantiene un intercambio sistemático con los jefes de misiones para la coordinación de las medidas de prevención y control de las brigadas.
No es ocioso subrayar, dice el especialista, que la grave situación epidemiológica internacional nos obliga a mantenernos en una alerta constante, sin "bajar la guardia". Ello requiere que la población siga al pie de la letra, con disciplina, las indicaciones del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil, por su competencia y experiencia en el enfrentamiento a epidemias y desastres naturales.
Además, es de vital importancia mantener la vigilancia clínico-epidemiológica de las personas que hayan viajado al exterior en los últimos 10 días, así como sus contactos, que presenten síntomas respiratorios.
Ante el avance mundial de la epidemia resulta esencial la práctica sistemática de estos procederes de prevención: cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar; lavado frecuente de las manos con agua y jabón, especialmente después de toser o estornudar; evitar el contacto cercano con personas enfermas; procurar no tocarse los ojos, la nariz ni la boca; y extremar las medidas de higiene personal y colectivas.
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