Por: Ernesto Pantaleón Medina / Televisión Camagüey
En Camagüey –quien lo duda—el abastecimiento de carne de cerdo dejó de ser un problema, y aunque puede haber diversidad de opiniones en torno a los precios, lo cierto es que de manera estable –léase siempre-- está al alcance de la familia ese alimento, que junto al arroz y los frijoles, forma un trío básico en la dieta de los cubanos.
Si bien para algunos puede haber pasado inadvertido el asunto, este renglón pecuario evidencia una recuperación muy cercana a los niveles que se reportaban en la década de los 80, cuando aún no había desaparecido el Campo Socialista, y el país distaba de afrontar el llamado “Período Especial” que trajo consigo la reducción del 85% de las importaciones.
Fue en l989 que la provincia se aproximó a las l0 000 toneladas de carne porcina, cifra considerada un record. Sin embargo, los camagüeyanos reportaron al cierre de 2009 alrededor de 8 200 toneladas, en momentos en que la crisis económica se suma a los efectos del prolongado bloqueo que padece el país.
No significa lo anterior que se entonen a partir de ahora las a la eficiencia, ni que se levanten falsas expectativas. Hay que remontar múltiples escollos y salvar infinidad de obstáculos, tanto en el orden material como en el comportamiento de los propios hombres y mujeres.
En los resultados enunciados tiene mucho que ver la estrategia que lleva adelante desde hace algún tiempo el estado, y que se basa en el establecimiento de convenios de reproducción y ceba con los campesinos y cooperativas agropecuarias, a partir del suministro a éstos de animales con una elevada calidad genética, y la responsabilidad de los productores de garantizar la mayor parte del alimento que consumirán los cerdos.
Para el actual 20l0 el propósito del territorio es completar l0 000 toneladas de carne, lo que se inscribiría como el mayor resultado de la historia.
Y ello con las naturales carencias del momento, en que se torna difícil asegurar para el rebaño cantidades de mieles procedentes de la industria azucarera, o de piensos especializados, elementos que aceleran el crecimiento e incrementan el peso.
La entrega de tierras hasta ahora ociosas para quienes se comprometen a producir alimentos, es otro factor que contribuirá en corto tiempo al aumento de las entregas, con un empleo mínimo de recursos en las pequeñas áreas atendidas por las familias.
Está garantizado el suministro de los pequeños cerdos de alrededor de 20 kilogramos de peso – las llamadas pre-cebas – y de los animales adultos como reproductores. Especialistas, técnicos y directivos de la entidad estatal se muestran optimistas en cuanto a los saldos de este año que comienza.
Los precios, esa eterna inconformidad en cualquier parte del mundo, disminuirán en la medida en que se eleve la producción y con ella, la oferta, aunque también es cierto que la satisfacción de la demanda, siempre creciente, queda aún distante de la realidad cotidiana.
Hacia ese objetivo, de la mayor prioridad, marchan hoy los camagüeyanos.
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