Hillary Clinton, junto al presidente haitiano René Preval (derecha) en rueda de prensa a su llegada al aeropuerto de Puerto Príncipe.
La misión, encabezada por varios jefes de Gobierno de la región y el Secretario General de CARICOM, no obtuvo permiso de aterrizaje y los participantes tuvieron que regresar a sus respectivos países.
La saturación de la terminal aérea generó fricciones entre los militares estadounidenses y naciones como Francia, Brasil, y Nicaragua, que presentaron quejas formales contra el manejo arbitrario de Estados Unidos sobre el aeropuerto haitiano, negando en repetidas ocasiones el permiso de aterrizaje a los vuelos de ayuda.
El ministro de Defensa brasileño, Nelson Jobim, quien tiene a 7 000 efectivos de paz de la ONU en Haití, advirtió que el esfuerzo de rescate no debía verse solo como una iniciativa estadounidense, como la administración de Washington quiere aparentar.
Tal es así, que el gobierno de Obama ha enviado para la ocasión a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, quien declaró hoy en conferencia de prensa que EE.UU. es "amigo y socio" de la isla caribeña, y por eso la administración norteamericana continuará en Haití "hoy, mañana y siempre".
Hillary describió "la lucha contrarreloj" que se libra en el devastado país para socorrer a los damnificados, porque una demora en la distribución de ayuda sumiría al país en un caos total.
Sin embargo, cuando una nave procedente de Qatar con equipos médicos y de rescate se encontró con problemas para descargar la ayuda alimentaria y pidieron apoyo a los militares norteamericanos —relató el doctor Mootaz Aly, de la tripulación— la respuesta de estos fue: "Estamos ocupados".
Ante esta situación, el primer ministro de Jamaica, Bruce Holding, ofreció la terminal aérea de Kingston como centro fundamental de las operaciones de ayuda internacional. (SE)
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