El viceministro de Salud Pública para la Higiene, la Epidemiología y la Microbiología, doctor Luis Estruch Rancaño, informó a la Comisión de Salud y Deporte que hasta ayer en Cuba se habían confirmado 234 casos, un 56% de los cuales son viajeros que llegaron con la gripe, un 21% introducidos, es decir, cubanos infectados por enfermos procedentes del exterior; y un 23% casos autóctonos. De los pacientes atendidos no se ha reportado un solo fallecido y 220 ya han recibido el alta médica.
Estruch reiteró que por las características de la pandemia podría incrementar su virulencia, por lo que resulta imprescindible consultar al médico ante cualquier manifestación de un cuadro catarral para su rápido diagnóstico y atención médica, y adoptar medidas higiénicas que eviten el contagio a otras personas.
Los diputados conocieron también el estado del reordenamiento de los consultorios en la atención primaria de salud, concluido el pasado año.
De los 12 928 locales que existían, hoy funcionan como consultorios médicos 10 773, de los cuales 180 son consultorios "reforzados" que trabajan 24 horas para garantizar fundamentalmente el servicio de urgencia en comunidades aisladas y de difícil acceso.
El doctor Joaquín García, viceministro de Asistencia Medica, indicó que en el momento actual es esencial continuar creando un clima de disciplina en esas instituciones, a fin de erradicar definitivamente las insatisfacciones que aún se manifiestan.
Los diputados señalaron que en algunos territorios subsiste la inestabilidad del médico y la enfermera de familia, dificultades para la obtención de los turnos para los especialistas, y también en la dispensarización de la población y el seguimiento de pacientes; insuficiente control por directivos que permiten la indisciplina de algunos profesionales y técnicos.
El doctor Carlos Alberto Martínez Blanco, funcionario del Departamento de Salud del Comité Central del Partido, dijo que, junto a las medidas organizativas y disciplinarias, hay que potenciar en el sector el trabajo político-ideológico para que prevalezcan los valores éticos de nuestra sociedad. (José A. de la Osa)
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