Por: Luis Naranjo / Televisión Camagüey
El llamado que durante años hace el país a ahorrar energía no es una campaña, es una necesidad que se revierte en mayor economía y bienestar para el pueblo.
Actualmente en Camagüey se adoptan urgentes medidas, sobre todo en entidades de altas demandas, debido a su nivel productivo, pues como provincia incumple con un sobre consumo del 107 por ciento y sólo los municipios Esmeralda y Nuevitas exhiben indicadores positivos.
De las 41 empresas decisivas ya 16 marchan por encima del plan en el consumo energético, sobresaliendo los complejos agroindustriales Siboney y Céspedes, la fábrica de cerveza Tínima, el Instituto Pedagógico, la facultad de ciencia animal de la Universidad, y las fábricas de alambres y bombas de agua, entre otras.
Juan Rodríguez García, director de la fábrica de cerveza explicó que en esa entidad se ha creado un puesto de mando que controla y analiza cada acción en el orden de ahorro de electricidad, concentran la producción, para no hacerla de manera intermitente y aislada, arrancan la línea de llenado, de acuerdo al vacío, evitan operaciones en horarios picos, y hermetizan las áreas de fríos.
“De igual modo, dijo, estamos sacando de circulación equipos obsoletos y de gran consumo, aplicamos el tiempo correcto a cada fabricación, apagamos las luminarias internas y externas innecesarias y realizamos matutinos con el cien por ciento de los trabajadores, para explicarle la importancia de las medidas y cómo se están cumpliendo”.
De visita al frigorífico Stefan Borisov, conocimos que esa es una instalación de alta demanda energética y también se llevan a cabo allí acciones para regular el consumo de electricidad, al conversar con su administrador Leonardo Manzanillo Pérez, conocimos que entre las medidas están: Convocar a todos los clientes en horario de la mañana, exigir que entreguen los productos ya congelados y apagar los sistemas en los horarios picos.
Es bueno recordar que el país no tiene problemas de generación, gracias a la Revolución Energética, pero con la convulsa situación económica mundial y su repercusión en nuestra Isla, el país no está en condiciones de excesos ni derroches, por eso, la contribución del pueblo al ahorro, es vital.
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