La decisión de reducir en Cuba el número de ingenios azucareros pudo significar el despido de miles de obreros, cuyo sustento familiar dependía de la fabricación de azúcar .Eso es lo que normalmente sucede.
Pero nadie quedó en la calle .La iniciativa del líder de la Revolución, Fidel Castro, de aplicar la variante del estudio como forma de empleo pareció a muchos una verdadera locura e insostenible para la economía.
Se apagaron chimeneas de centrales, cerraron oficinas y se convirtieron en aulas de superación .Igualmente, cientos de ingenieros, puntitas, técnicos se transformaron en profesores de sus propios compañeros de labor.
Nacía la universalización de la enseñanza en el sector azucarero cubano.
En Camaguey, provincia eminentemente azucarera, hoy estudian distintas carreras universitarias, cerca de 600 obreros .Hace unos días tuvo lugar la graduación de los primeros técnicos graduados de la tarea Álvaro Reinoso. Para todos habrá fuente de empleo. Contrastante realidad con los millones de desempleados que van apareciendo, según se conocen los estragos de la crisis…
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