La magnitud de los daños causados por la administración republicana y cuán duraderos serán dependen en parte de los resultados de dos casos que analiza la justicia, señala el periódico, cita PL.
La Corte Suprema de Justicia aceptó debatir una demanda contra Bush por ordenar el encierro indefinido sin cargos del qatarí Ali al-Marri, quien reside en Estados Unidos, detenido desde el 2003, según el matutino. La lectura intolerable de la ley que hace la Casa Blanca dejaría a un presidente libre para suspender los derechos de cualquier persona, incluso de ciudadanos americanos, subraya.
El otro caso es el del canadiense de origen sirio Maher Arar, una víctima de la política de Bush, comenta el periódico. Arar fue arrestado en el 2002 y mantenido incomunicado en una prisión sin derecho a ver a su abogado y sometido a torturas, asegura The New York Times.
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