miércoles, 30 de junio de 2010

VENTANAS: Los cuatro mitos más frecuentes de Cuba

La mitología popular cubana reconocía hasta hace unos pocos años al güije o jigüe, la madre de aguas, al cagueiro y a la luz de Yara, como visualizaciones mágicas de las cuales emana fantasía y hasta arte en sus expresiones.

De esos mitos, los más frecuentes en Cuba, ciertamente sus “aventuras” han perdurado en muchas personas, que creen en supersticiones.

Las apariciones del güije-jigüe, el mito más abundante de los campos cubanos, están relacionadas con riachuelos y lagunatos solitarios, por donde se le ve, y es también uno de los más antiguos.

Primero fue un indio de pequeña estatura y pelo largo, y con el paso del tiempo, en siglos, se convirtió en un magro enano de piel negra, ambos traviesos, ocurrentes y misteriosos, presentes en el folklore nacional.

La madre de aguas es una figura común en otros países de América, pero en Cuba es una serpiente mágica, también orlada de leyendas, apariciones y temores, en comarcas campesinas.

El cagüeiro surgió en la parte oriental de Cuba, con facultades, al verse perseguido, de transformarse en puerco (cerdo), chivo (cabra), vaca, conejo o pájaro, u otro animal.

Algunos relatos populares lo conciben mimetizándose para huir de la antigua Guardia Rural (un cuerpo policial represor entre los años 40 y 50 del pasado siglo).

La luz de Yara, por su parte, también surgida del oriente cubano, está relacionada con el suplicio del indio Hatuey, quien se enfrentó a los conquistadores españoles y fue quemado vivo, en la comarca de Yara.

Reviste un simbolismo patriótico reivindicador, razón por la cual se conforma como mito alentador de la cubanía.(Fernando Dávalos)

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