viernes, 6 de noviembre de 2009

Revive la Revolución de Octubre

Por Noel Manzanares Blanco / Televisión Camagüey

Las fuerzas revolucionarias a escala global festejan por estos días uno de los acontecimientos trascendentales de la Historia Universal: la Gran Revolución Socialista de Octubre, protagonizada por las masas populares de Rusia con el liderazgo de Vladimir Ilich Lenin al frente del Partido Bolchevique, y escenificada hace justamente noventa y dos años —el 25 de octubre o el 7 de noviembre, según el calendario de referencia.

Constituye un elemento fehaciente que tras el extraordinario suceso, por primera vez el pueblo del antiguo imperio zarista se situó en condiciones de iniciar la edificación de una sociedad carente de la explotación al género humano, y paulatinamente se empeñó en construir la dignidad, la equidad, la fraternidad y la felicidad de las personas. Entre sus avances se encuentran cómo cada vez más satisfizo racionalmente las necesidades materiales y espirituales de las poblaciones que conformaron la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS, 1922); cómo fue el primero en colocar a un hombre en el espacio cósmico…; amén de cómo le extendió la mano internacionalistas a múltiples desposeídos de diversas latitudes –aspecto que muy bien sabemos en Cuba.

También la humanidad le debe al Gran Octubre el hecho de que las pretensiones fascistas no se hicieran realidad con la Segun¬da Guerra Mundial (1939 a 1945). No se olvidará nunca que más de 27 millones de los mejores hijos del pueblo soviético murieron en aras de desaparecer las ínfulas del imperialismo internacional, cuya punta de lanza era el maniático Adolfo Hitler. Luego alcanzaron toda una hazaña, muy a pesar de obstáculos: la paridad militar con los yan¬quis, fruto de lo cual la ba¬lanza de la correlación mun¬dial de fuerzas llegaría a inclinarse a favor del progreso, evitando así el desencadena¬miento de otra conflagración universal y los peores efectos de las maniobras reaccionarias en contra de la lu¬cha liberadora de los pueblos.

En un rápido balance, entre los factores que conllevaron a la bancarrota del proceso interno que emergió con la Revolución de Octubre, se encuentran la inexperiencia en la construcción del socialismo, las acciones del sistema capitalista internacional y la desvinculación del Partido dirigente con las masas. Pero fue la traición a los postulados o principios fundamentales del marxismo-leninismo lo que en última instancia provocó el derrumbe.

Con estos elementos, se comprende que a esta altura haya resurgido la polémica sobre la pertinencia del descomunal acontecimiento, por una razón fundamental: la cacareada bondad que iba a traer consigo el desmontaje del Socialismo para en su lugar iniciar el hasta allí inédito proceso de reconstrucción del Capitalismo, se convirtió en una verdadera estafa a los pueblos de aquella latitud. Pasadas dos décadas, la lección se aprende.

Carece de casualidad que cada vez sean más las generaciones de revolucionarios en todas las latitudes. El Sur del Río Bravo es ejemplo. Ahí están Venezuela, Bolivia, Ecuador…, sin obviar el caso Honduras. Ahí esta la Alianza Bolivariana para los Pueblos de las Américas y sus frutos tangibles. Para ilustrar, resalta la Operación Milagro, esa que ha devuelto y/o mejorado la vista a miles y miles de desvalidos.

En lo que respecta a Cuba —a pesar de las múltiples agresiones yanquis, las zancadillas de la Naturaleza y la crisis económica mundial— existe un esfuerzo-resultado en el camino de satisfacer racionalmente la necesidades materiales y espirituales de la población; al tiempo que la Dirección de la Revolución estudia con profundidad nuestros complejos y difíciles problemas; convoca a dirigentes y trabajadores a identificar con precisión y valorar con profundidad cada problema en el radio de acción; exhorta a un quehacer revolucionario con más organización, más trabajo sistemático y efectivo, más estudio y previsión a partir de una planificación basada en prioridades claramente establecidas; y promueve un debate crítico-enriquecedor de la cotidiana actitud de cada ciudadano (a) en todos los confines de la nación, como el que acaba de tener lugar por estos días. Todo ello, a la luz del concepto de Revolución expuesto por el compañero Fidel el 1ro de mayo de 2000.

Es evidente que se está conformando un nuevo modelo que armoniza lo mejor del pensamiento universal con la sabiduría de los Padres Fundadores de Nuestra América. Es uno de los tantos tributos que actualmente la humanidad concede al trascendental acontecimiento de 1917. Entonces, revive la gloriosa Revolución Octubre.

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