Grandiosa celebración por el aniversario 60 de la fundación de la República Popular China
Deisy Francis Mexidor Enviada especial
BEIJING.— Si espectacular fue la ceremonia militar y popular celebrada la mañana de este jueves en la plaza Tiananmen, en el centro de esta capital, con motivo de los festejos por el aniversario 60 de la fundación de la República Popular China, lo que siguió en horas de la noche en la propia explanada fue, sencillamente, alucinante.
El concierto y fuegos artificiales que coparon el histórico lugar, reiteraron al mundo que este país tiene una capacidad de organización de eventos a gran escala difícil de aventajar, haciendo gala de cómo estos se pueden llevar hasta la precisión milimétrica.
"Deslumbrante", dijo un colega intentando aprehender lo acontecido en un espectáculo en el que sobresalieron además el colorido y la alegría.
Como en el desfile popular protagonizado en horas de la mañana, en este también se realzó el tema de lo que han representado los últimos 60 años para un país de más de 1 300 millones de habitantes.
Al final del concierto al compás de la pieza clásica Oda de la Patria, interpretada por un coro de 6 000 personas, se echaron a volar 8 000 palomas, como símbolo de la paz, mientras el cielo de Beijing permanecía iluminado por las descargas de los fuegos artificiales.
El presidente Hu Jintao, en unión de los máximos dirigentes del Gobierno y el Partido Comunista de China (PCCh) descendieron del estrado presidencial para fundirse junto al pueblo en sus cantos y danzas.
Ya en la mañana, Hu en su mensaje durante la ceremonia central, había ratificado que solo el socialismo salvará a China y aseguraba que la gran nación mantendría su modelo de desarrollo con características propias, así como una política exterior basada en la promoción de una paz duradera y la prosperidad común.
En sus palabras por el Día Nacional de China, Hu insistió en el tema de la reunificación de la patria, la cual, según señaló, constituye una aspiración del pueblo chino.
Previo a su alocución, un batallón disparó una salva de 60 cañonazos, poco después de que el secretario del Comité Municipal del PCCh en Beijing, Liu Qi, anunciara el comienzo de las celebraciones justo a las 10:00 a.m., cuando fue izada la bandera y entonadas las notas del himno nacional.
Luego Hu realizó el pase de revista a las tropas que participaron en el desfile militar a lo largo de la avenida Chang’An, por donde hizo un recorrido de unos tres kilómetros en un vehículo descapotable de fabricación China, como la mayoría de lo presentado este día y que en casi su totalidad fue expuesto por vez primera a la opinión pública. Vehículos aéreos no tripulados, misiles balísticos intercontinentales, complejos radares, un total de 56 regimientos de tierra y de aire¼ pusieron a tope los ojos, llenos de asombro, de los miles de asistentes a Tiananmen.
Bajo un fuerte sol y un cielo totalmente despejado, increíble tras días en los cuales las temperaturas se habían hecho más frescas debido a la llegada de la estación otoñal, este 1 de octubre prefirió confabularse también a favor del ambiente festivo que vive el país.
Seis décadas han transcurrido desde que Mao Zedong proclamara a la Nueva China, desde que vaticinara que China se ha puesto de pie.
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