El primero de junio de 1964, hace 45 años, el Comandante en Jefe Fidel Castro denunciaba el empleo por Estados Unidos de la guerra bacteriológica contra Cuba, nueva modalidad en la larga relación de agresiones en su intento de derrocar a la Revolución Cubana.
El día 29 de mayo en la región de Sancti Spíritus, entre las 10 y 10 y 30 de la mañana, testigos presenciales comprobaron el descenso de globos de diversos tamaños, los cuales parecían haber sido lanzados desde gran altura y se disolvían al contacto con la tierra.
Decía entonces el líder de la Revolución: “Se ha tomado en consideración la probabilidad de que el imperialismo está intentando o ensayando el uso de una nueva modalidad de agresión más brutal e inhumana: el uso de armas bacteriológicas o virales contra nuestra economía y nuestro pueblo“.
Después se comprobaría, mediante documentos oficiales del gobierno de Estados Unidos, que desde 1962 habían utilizado agentes biológicos diversos contra Cuba. Así, en el Proyecto Cuba, que luego se convertiría en Operación Mangosta, presentado en 1962, aparece como la tarea número 32, la siguiente:
"La CIA someterá el 15 de febrero un plan para provocar fracasos en las cosechas alimentarias en Cuba."
Como si estas evidencias no fueran suficientes, Eduardo Arosarena, de la organización terrorista OMEGA 7, reconoció públicamente en 1984 haber participado en 1980 en la operación para introducir gérmenes en la isla como parte de la guerra bacteriológica.
Entre 1979 y 1981 la CIA introdujo cuatro destructivas plagas que afectaron a las personas y los cultivos: Conjuntivitis Hemorrágica, el Dengue hemorrágico, la Roya de la caña de azúcar y el Moho Azul del tabaco.
Sólo con el Dengue Hemorrágico, en al año 1981, se contagiaron 340 mil personas de las cuales 158 murieron, entre ellos, 101 niños. También se han reportado, en diferentes momentos, la Tristeza del Cítrico, La Broca del Café, que arruinó la cosecha de un año y el Thrips Palmi, devastador en cultivos como la papa.
La denuncia formulada por Cuba en esa ocasión ofrece detalles que no dejan lugar a dudas acerca de la procedencia, momento y métodos empleados para colocar en el territorio insular el peligroso agente biológico.
El 21 de octubre de 1996, a las 10 horas y ocho minutos de la mañana, tripulantes de un vuelo regular de Cubana de Aviación observaron al cruzar sobre el corredor aéreo Girón, en la región occidental de Cuba, una aeronave monomotor que volaba de norte a sur a unos 300 metros por encima de ellos y que roció de manera intermitente unas siete veces sustancias desconocidas.
Según los registros de control aéreo, en el momento señalado sobrevolaba el corredor Girón en la dirección descrita la aeronave de fumigación modelo N3098M de Estados Unidos, operada por el Departamento de Estado de esa nación.
El 18 de diciembre, sólo 48 días después, aparecen en la región señalada los primeros indicios de la presencia de la plaga Thrips Palmi en cultivos de papa de la variedad Diamond, de 38 días de sembrado, en la Empresa de Cultivos Varios Lenin, del municipio matancero de Jovellanos.
Realizadas las investigaciones de rigor, el Laboratorio Central de Cuarentena confirma que el insecto analizado es de origen asiático, en ese momento ausente en esa región.
Una prueba más de que en estos 50 años, el imperialismo norteamericano ha empleado un amplio abanico de agresiones contra Cuba en su propósito de destruir la Revolución. El pueblo cubano las ha resistido y vencido todas.(Ángel Rodríguez Álvarez)
No hay comentarios:
Publicar un comentario