jueves, 30 de abril de 2009

Merecido homenaje a un hombre de la danza

Amelia Duarte de la Rosa

Con una gala artística y la entrega del Premio Nacional de Danza 2009 al maestro Isidro Rolando, en el capitalino Teatro Mella, celebraron ayer los representantes del arte danzario en el país su día internacional, instituido por la UNESCO en homenaje al natalicio del coreógrafo francés George Noverre.

 Foto: Yordanka Almaguer"Yo nací antes de la Revolución, pero existo después de ella", expresó el bailarín y coreógrafo Isidro Rolando, al recibir el reconocimiento, entregado por Abel Prieto, miembro del Buró Político y ministro de Cultura; Miguel Barnet, presidente de la UNEAC, y Julián González, presidente del Consejo Nacional de las Artes Escénicas.

Isidro, quien desde 1961 se inició en la danza al incorporarse al Conjunto Nacional de Danza Moderna, ha desarrollado una sostenida carrera interpretativa y pedagógica. Su impronta ha quedado en piezas antológicas como Súlkary y Suite Yoruba.

En la celebración —donde se leyeron palabras de elogio al galardonado y el mensaje internacional escrito por el bailarín inglés Akram Khan— los jóvenes integrantes de Danza Contemporánea bailaron Omawe y El Rapto de las mulatas, obras de la autoría de Isidro, y también recrearon un fragmento de Súlkary.

Al finalizar la velada, que además contó con la magistral interpretación de Omara Portuondo, distintas instituciones ofrecieron reconocimientos al maestro, quien agradeció a su maestro Ramiro Guerra, a sus alumnos y al público que siempre lo ha seguido.

Otorgado por el Ministerio de Cultura, el Premio Nacional de Danza —que el año pasado correspondió a Lorna Burdsall— en esta ocasión estuvo presidido por José Ramón Artigas en el jurado, que tuvo la tarea de analizar 33 propuestas realizadas por diferentes instituciones culturales de todo el país.

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