viernes, 20 de febrero de 2009

El maestro despierta conciencia y forja convicciones

Por: Aramis González Cruz/ Radio Cadena Agramonte

La educación como instrumento eficaz para el perfeccionamiento del ser humano, tiene en el maestro el alma de la escuela cubana, y como portador de las características esenciales para que crezca el amor a la Revolución, despierta conciencia y forja convicciones.

Para cumplir con su encargo social, los profesionales de la educación se preparan en los contenidos que enseñan e investigan para mejorar las técnicas pedagógicas y ser fieles defensores de los valores que preservan nuestra identidad cultural.

Ante un mundo convulso y cambiante, el maestro tiene la responsabilidad de armonizar la realidad con las perspectivas del proyecto social que construimos, el cual enaltece la dignidad, los derechos humanos, la paz y la justicia social.

Los cubanos conocemos y defendemos que no basta saber leer y escribir para salir del subdesarrollo; es imprescindible también que la educación sea integral y permanente, y a ese empeño se suman la familia y toda la sociedad mediante las organizaciones e instituciones del Estado, con el maestro al frente de esta gran batalla.

Conocemos que existen carencias, pero la creatividad y la voluntad por hacer realidad nuestros sueños nos permiten avanzar seguros de que el futuro se forja con esta obra de infinito amor.

El pueblo cubano sabe que el triunfo de la Revolución llegó después de mucho sacrificio, e hizo posible las escuelas y los maestros, para dar paso a la alfabetización, la enseñanza masiva, el plan de becas, libros y textos, las teleclases y videoclases, el Profesor General Integral (PGI) y con ello el perfeccionamiento de los modelos pedagógicos para cada tipo de enseñanza.

Hoy, los educadores camagüeyanos avanzan en la recuperación de los daños de los fenómenos meteorológicos, seguros de lograr un curso escolar a la altura del aniversario 50 del triunfo de la Revolución.El maestro despierta conciencia y forja convicciones

Por Aramis González Cruz/ Radio Cadena Agramonte

La educación como instrumento eficaz para el perfeccionamiento del ser humano, tiene en el maestro el alma de la escuela cubana, y como portador de las características esenciales para que crezca el amor a la Revolución, despierta conciencia y forja convicciones.

Para cumplir con su encargo social, los profesionales de la educación se preparan en los contenidos que enseñan e investigan para mejorar las técnicas pedagógicas y ser fieles defensores de los valores que preservan nuestra identidad cultural.

Ante un mundo convulso y cambiante, el maestro tiene la responsabilidad de armonizar la realidad con las perspectivas del proyecto social que construimos, el cual enaltece la dignidad, los derechos humanos, la paz y la justicia social.

Los cubanos conocemos y defendemos que no basta saber leer y escribir para salir del subdesarrollo; es imprescindible también que la educación sea integral y permanente, y a ese empeño se suman la familia y toda la sociedad mediante las organizaciones e instituciones del Estado, con el maestro al frente de esta gran batalla.

Conocemos que existen carencias, pero la creatividad y la voluntad por hacer realidad nuestros sueños nos permiten avanzar seguros de que el futuro se forja con esta obra de infinito amor.

El pueblo cubano sabe que el triunfo de la Revolución llegó después de mucho sacrificio, e hizo posible las escuelas y los maestros, para dar paso a la alfabetización, la enseñanza masiva, el plan de becas, libros y textos, las teleclases y videoclases, el Profesor General Integral (PGI) y con ello el perfeccionamiento de los modelos pedagógicos para cada tipo de enseñanza.

Hoy, los educadores camagüeyanos avanzan en la recuperación de los daños de los fenómenos meteorológicos, seguros de lograr un curso escolar a la altura del aniversario 50 del triunfo de la Revolución.

No hay comentarios: