Ernesto Tizol Aguilera, rebelde desde la niñez, tuvo en el golpe de Estado del 10 de marzo de 1952 el punto de arrancada para unirse a la generación de centenario y participar junto Fidel en el ataque al cuartel Moncada, de Santiago de Cuba.
Abel Santamaría sería uno de sus principales contactos que le llevaron a la Universidad de La Habana donde se concentraba la juventud ortodoxa, organización mediante la cual se vincula estrechamente con Fidel.
Tizol nació el 15 de junio de 1926 en el poblado de Santa Lucia, al norte de la actual provincia de Holguín, y se traslada para la capital a la edad de 15 años, donde inicia tiempos después sus actividades políticas hasta integrar los grupos que atacarían el Moncada el 26 de julio de 1953.
Dentro del movimiento revolucionario forma parte de su dirección militar con la responsabilidad de la obtención de armas, reclutar a futuros miembros y la realización de entrenamientos con los integrantes del grupo.
Para su misión contaba con la granja avícola de San Pedro, en el Cotorro, sitio de entrenamiento. Concebida ya la idea del asalto al Moncada, fue designado junto a Renato Guitar para crear las condiciones propicias para la acción.
Con este fin alquilaron la casa situada en las cercanías de la playa Siboney, a 15 kilómetros de Santiago de Cuba, lugar donde montan una granja de pollos y encubrir los reales objetivos.
En el lugar se ocultaron los autos que llevarían para la acción, mientras al costado de la casa alquilada se hallaba el profundo pozo dentro del cual se depositaron el grueso de las armas y municiones que llegaban camufladas en cajas que decían: “Alimentos para aves”.
De lo que ocurriría en el lugar solo tenían conocimiento algunos de los asaltantes, entre los cuales se encontraba Ernesto Tizol por la misión específica que le fue asignada.
El valeroso combatiente formó parte del grupo de la vanguardia que partió hacia el Cuartel Moncada desde La Habana, el cual, tras el fracaso, logra llegar a Holguín donde tuvo conocimiento de que Fidel y el resto de los asaltantes fueron apresados.
Por haber participado en los sucesos del Moncada, Tizol fue sancionado mediante la causa 37, a 13 años de prisión junto a Oscar Alcalde, Pedro Miret y Raúl Castro por considerarse: “Autores dirigentes de un delito consumado contra poderes del Estado”.
Tras la amnistía decretada en mayo de 1955, salió de prisión junto a los restantes jóvenes encarcelados y marchó al exilio en Estados Unidos, de donde regresa al triunfar la Revolución en 1959.
De nuevo en la Patria, cumplió diversas tareas: primero, en la sección Avícola del INRA; luego, en el Ministerio de Comunicaciones y en el ICRT y, más tarde, en el Ministerio de Relaciones Exteriores, donde es embajador de Cuba en Checoslovaquia por espacio de seis años.
A su regreso a la Isla de esa misión diplomática, Tizol pasa a trabajar en la Marina de Guerra Revolucionaria, donde lo sorprende la muerte el primero de julio de 1984. ( Alfredo Carralero Hernández)
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