martes, 11 de agosto de 2009

SE ACABO EL DERROCHE EN CUBA

En Cuba tiene lugar desde hace varios años una verdadera Revolución Energética.
Se suman por cientos de miles los equipos electrodomésticos entregados con facilidad de pago a las familias cubanas.

Se trata de un proyecto social masivo de gran alcance .De esta suerte, los viejos refrigeradores, ventiladores, aires acondicionados, televisores, entre otros, dieron paso a modernos equipos de procedencia china.

Son más eficientes, consumen menos energía en tiempos donde ahorrar es palabra de orden, no sólo para la economía nacional sino también doméstica.

El rigor que impone la crisis económica actual requiere más que nunca de acciones de ahorro.

En cada provincia en los últimos meses fueron creados verdaderos puestos de mando para regular el uso eficiente de la energía. Existe un cuerpo de inspectores de la Organización Básica Eléctrica encargada de verificar las lecturas de los metros contadores instalados tanto en los centros del estado como en las viviendas.

Según trascendió por informaciones ofrecidas a la prensa por el Ingeniero Rolando Camalleres Alba, Director del Centro para el Uso Racional de ENERGIA, fueron practicadas más de 10 mil inspecciones detectándose 788 violaciones de las normas establecidas.

Estas violaciones van desde falta de hermeticidad en los locales con aires acondicionados hasta fraudes eléctricos.

Esta situación anómala provocó que se efectuara la supresión del servicio eléctrico a 671 usuarios, tanto del sector estatal como residencial.

Por día, la provincia de Camagüey puede gastar 2 MIL 451 megawuats horas, y con esta cifra garantizar todos los procesos productivos, de servicios y garantizar el alumbrado del sector residencial.

Existen reservas en cuanto al ahorro. Las viviendas consumen el 56 por ciento del plan de energía de la provincia, lo que indica que unido al cambio de los equipos electrodomésticos, la familia camagüeyana debe velar porque en su hogar no se gaste más de lo necesario. Es ventaja para el bolsillo a finales de cada mes cuando llega la factura y para el país que no tiene capacidad para permitirse derroches.

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