Por:Félix Milián
La Habana, 2 mar (AIN) .A 164 se elevó la matricula de niños y jóvenes sordo ciegos incorporados a las aulas en Cuba, lo cual constituye la cifra más alta desde el inicio -a mediados de la década de 1990- de ese tipo de enseñanza.
Esos alumnos estudian en salones creados en centros especiales de varias provincias, así como en una escuela con el nombre de William Soler, inaugurada en la capital, y que acoge a 27 estudiantes.
Los maestros fueron preparados con el apoyo de instituciones de mucha experiencia en la labor con personas afectadas por la doble discapacidad, como son la escuela norteamérica Milton-Perkins, y el proyecto Handicap, de Bélgica.
Un grupo de esos estudiantes recibió ya el implante coclear, que permite recuperar la audición, mientras que en el proceso educativo se emplean diversas técnicas, entre ellas la equino-terapia, con resultados muy favorables en su rehabilitación.
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