Por: Ernesto Pantaleón Medina / Televisión Camagüey
En casi 8 000 hectáreas de suelos muy poco aptos para la ganadería, se distribuyen los más de 2000 animales que componen el rebaño de búfalos de la Empresa Genética ‘Maraguán”, ubicada al centro-este de la provincia de Camaguey, zona donde resulta notable su adaptación y desarrollo.
Años atrás en estas tierras existió la mayor entidad del país dedicada a la cría de ovinos, pero en el 2004 cambió su objeto social y sus trabajadores se lanzaron de manera exitosa a explotar comercialmente estos impresionantes montones de músculos, cuyo manejo no admite equivocaciones, pues a pesar de su elevada capacidad de aprendizaje y su tolerancia hacia los humanos, pueden pasar de la mansedumbre a la furia en cuestión de segundos, si son objetos de maltrato.
Considerada por muchos la más eficiente de las empresas de su tipo. “Maraguán” mostró durante el 2008 crecimientos en indicadores tan importantes como la entrega de leche y carne, los nacimientos y el promedio de litros por hembra en ordeño, por sólo citar algunos.
Según Angel Nápoles, subdirector de Producción, el objetivo principal es el suministro de sementales de elevado potencial genético para las cinco provincias del oriente del país y Ciego de Avila, para lo cual se trabaja sistemáticamente en la selección de los mejores animales dadas sus características físicas y sus resultados en aspectos como la conversión de alimento en peso corporal o el rendimiento en leche.
La especie que predomina es el búfalo de río, aunque ya se puede hablar, según los entendidos, de ejemplares puramente cubanos, a partir de los cruzamientos entre las especies introducidas años atrás y las nuevas características que se aprecian en los rebaños.
Una búfala puede producir entre diez y doce litros de leche en cada ordeño, aunque en estos meses de sequía el promedio es de alrededor de cuatro.
José Luís Rivero y Alcides Martínez, encargados de dos de las fincas de la empresa, señalan que a pesar de su larga experiencia con vacunos, prefieren el trabajo con los búfalos, muy resistentes a los rigores del clima o a los parásitos, su capacidad para asimilar cualquier alimento, incluido el pasto seco o las plantas que crecen en el fondo de las lagunas y aguadas y su facilidad para la doma y el ordeño.
Cuentan que un búfalo adulto puede aprender a tirar del arado y cumplir correctamente con esta faena en sólo l5 días, mientras a un vacuno le llevaría meses de intenso trabajo por parte del entrenador.
Los sementales pueden tener hasta 60 hembras, otra ventaja con respecto a los bovinos, cuya proporción es de uno por 25, y con índices de natalidad que en “Maraguán” llegan al 97 por ciento.
Estos animales pueden llegar a pesar 2 000 libras e incluso más, y la carne y la leche son muy apreciadas por sus propiedades nutritivas y un agradable sabor.
Desde su primera participación en ferias ganaderas en 2005, los ejemplares camagüeyanos han alcanzado numerosos premios.
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