viernes, 6 de febrero de 2009

Si acopio no funciona…

Traslado de productos agrícolas

Juan Varela Pérez
juan.pvp@granma.cip.cu

Los estimados indican, a tenor del incremento del área sembrada, la atención recibida y el anticipo de algunos rendimientos, que el país podrá cosechar un volumen superior de viandas, granos y hortalizas.

Foto:  Jorge Luis GonzálezEn el centro de acopio de Güira de Melena, que abastece a 27 mercados capitalinos, el ajetreo es constante. Y ya acondicionó las cámaras de frío para recibir y conservar 460 000 quintales de papa.

Se espera alcanzar un 12% (unas 400 000 toneladas) más de productos que en el 2008, lo cual es grata noticia para todos los cubanos y en especial para quienes labran la tierra, una buena muestra de cuánto podrá lograrse si se amplían y consolidan las medidas que reordenan el sector.

Tal mejoría significa un reto no fácil para la Agricultura y organismos e instituciones enfrascados en hacer más seguro y viable el sistema de acopio, transportación y conservación.

Este es un mecanismo que, por una razón u otra, ha fallado lastimosamente en los últimos años. Los ejemplos negativos se reiteran cuando lo producido supera el plan por mucho margen y los medios y recursos asignados, digamos envases, transporte, almacenes y frigoríficos, no son suficientes. Sin olvidar que, por lo general, las unidades agrícolas están distantes de los puntos de distribución y recepción.

Atar cabos para que esa cadena opere bien, no pocas veces se torna complejo por falta de organización, de rigor, de exigencia, máxime cuando hay que hacerle frente a cantidades no pronosticadas. La cuestión se agrava sobre todo en cultivos como el tomate (este se deteriora con mucha rapidez), la cebolla y otras hortalizas a recogerse en una etapa determinada y con diferentes destinos.

Los agricultores consideran que su estratégica obra, creadora de alimentos, termina cuando llegue, por cualquiera de las vías, a la mesa de la familia o supla renglones que se importan.

En el periodo enero-abril coinciden producciones que, por su monto y características, exigen un óptimo tratamiento y el uso racional de las fuerzas, equipos, almacenes, cámaras frías y la industria para procesar y conservar alimentos, la cual recibirá, si el clima lo permite, el doble de lo entregado en el 2008.

Por ello, una adecuada rotación precisa puntualidad y exactitud en la carga y descarga, y cubrir en parte el déficit de medios utilizados en el acarreo.

Los acopios se preparan

Reconoce Herminio Ravelo Jaime, administrador del centro de acopio de Güira de Melena, que pudiera acopiarse todo y llegar hasta el campesino más apartado. Pero si el mecanismo de recepción y distribución falla, cualquier esfuerzo será inútil.

En este municipio de La Habana radica la empresa de cultivos varios que más produce en el país. Por eso los pasos que se den antes y después de la cosecha, deciden por igual. Conocedor de esa realidad, explicó Ravelo, nuestro colectivo se ha preparado para enfrentar los incrementos que se registran, e incluso ya reparó una de las dos básculas que llevaba diez meses sin funcionar.

El viceministro Juan Pérez Lamas aseguró a Granma que se trabaja con seriedad para ir a la eliminación gradual, gracias al apoyo recibido, de los tropiezos y errores de campañas precedentes.

A la Agricultura le resulta imposible, por sí sola, dar respuestas a las dificultades acumuladas. Lograr que se produzca cuanto se planificó y ratificó es de extrema importancia. Esto permite una mejor organización y explotación de los recursos para enfrentar, a la hora de la cosecha, la cifra comprometida y reordenar la red de comercialización minorista y mayorista.

Considera de cardinal importancia el suministro que se hizo de piezas y componentes para reparar y poner de alta camiones paralizados y la ayuda que prestará el Ministerio de Transporte, por vía férrea (habrá cierta cantidad de vagones refrigerados) y automotor, en el traslado de viandas, granos y hortalizas, incluso entre provincias.

Después del 15 de febrero debe ocurrir un sustancial incremento en el acopio de papa, col, zanahoria, remolacha, cebolla y otros cultivos. Ante la necesidad de guardar y conservar para una posterior distribución, el Ministerio de Comercio Interior acondiciona para ese empeño cámaras de frío (frigoríficos).

Muchos productores moverán con medios propios sus viandas, hortalizas y granos declarados. Es una valiosa ayuda que aligera la demanda de vehículos para enfrentar la "explosión" productiva que se avizora. Una sensación de confianza apreciaron reporteros de Granma en empresas de La Habana, provincia que debe asegurar más del 20% del plan nacional de viandas, granos y hortalizas.

Enero marcó el despegue

Los pronósticos nacionales para el 2009 son todavía modestos e insuficientes. Prueba de cuánto podrá lograrse si se perfeccionan los métodos organizativos y los recursos materiales y humanos son bien aprovechados, lo refleja lo acopiado en enero.

Pérez Lamas explicó que el programa del año y los aumentos que se esperan tienen como respaldo el haberse sembrado 25 000 hectáreas más. Para garantizar ese fomento el Estado dedicó, pese a sus limitaciones financieras, divisas para adquirir modernas máquinas eléctricas de riego, tractores, fertilizantes, semillas de calidad y otros dispositivos técnicos.

A esto se suma el que los productores puedan adquirir en tiendas seleccionadas herramientas manuales e implementos y otros insumos, y reciban los beneficios de una apreciable mejoría en los precios de lo que producen.

En tales decisiones sobresale el pago mediante factura, la vinculación de los ingresos individuales y los resultados productivos finales, la disminución de las deudas con el sector cooperativo y campesino —algo crítico en pasados años— y fórmulas de estímulos más realistas y dinámicas.

La entrega en usufructo de tierras ociosas, que ya al cierre de enero sobrepasó las 473 000 hectáreas, impulsará a mediano y largo plazos los cultivos varios.

Al observar la oferta de las tarimas no puede olvidarse la secuela negativa dejada por los huracanes, sobre todo en cultivos permanentes y estratégicos (de ciclo largo) como la yuca y el plátano. Este último aportaba anualmente 15 millones de quintales, y su presencia muy activa en el mercado ya se estabilizaba al azotar los últimos huracanes.

Señaló el Viceministro que la siembra escalonada y diversificada y el aumento en renglones que suplen, en parte, el déficit ocasionado por el plátano y la yuca tuvieron, además, la influencia de un buen clima.

Mencionó el avance en los frijoles: de 3 300 toneladas entregadas al balance nacional en el 2008, para sustituir importaciones, se llegará este año a 13 000 atendiendo al paquete tecnológico que favoreció más de 10 000 hectáreas. Tal compromiso no incluye las cantidades que se comercializan en la red de mercados estatales.

Puede calificarse, de aliciente, el salto que refleja el suministro de tomate para procesar en la industria (todas las plantas están casi al tope de sus capacidades) y el que se consume como hortaliza fresca. La insuficiente disponibilidad de cajas para su acopio generó disgustos en no pocos productores, al irse la cosecha por encima de todo pronóstico. Bastaría un ejemplo: la industria debió recibir 4 000 toneladas en enero y la cifra real llegó a 11 000.

Aunque por primera vez, por las razones conocidas, se cosechó papa en enero, la etapa plena comienza a partir del 15 de febrero. De las 935 caballerías sembradas, casi la mitad corresponde a entidades de La Habana. Si predomina el buen tiempo, explicó, el promedio nacional estará sobre 6 000 quintales por caballería, o sea, 1 000 más que en el 2008.

Pérez Lamas considera que en este mes habrá un aumento en la producción de viandas, granos y hortalizas. Si en enero lo acopiado fue de 85 070 toneladas, el volumen podrá superar las 100 000 en febrero y aun llegar a 164 000 en marzo.

El primer trimestre del año servirá para evaluar el alcance de las medidas que se adoptan, y si la respuesta marcará el inicio de una etapa nueva y más prometedora.

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