«Sin quitarse el polvo del camino», como hiciera Martí y luego Fidel, el Presidente cubano rindió homenaje al Libertador de América, Simón Bolívar, en la Plaza que lleva su nombre, en Caracas, capital de la hermana República Bolivariana de Venezuela. Transmitió un saludo al pueblo venezolano
CARACAS, Venezuela.— Les traigo un saludo a todos los venezolanos, y un abrazo del pueblo cubano y del Jefe de la Revolución, el compañero Fidel Castro Ruz.
Fue este el primer mensaje que regaló el presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba, General de Ejército Raúl Castro Ruz, para cumplimentar una invitación de su homólogo, el Comandante Hugo Chávez Frías, desde la misma pista del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar, apenas unos 30 minutos después de su llegada a la hermana República Bolivariana de Venezuela.
Acompañado por el mandatario venezolano, Raúl fue hasta donde se encontraba la prensa nacional y extranjera acreditada aquí, y con la naturalidad que lo caracteriza, saludó a las «muchachas y los muchachos» que allí estábamos para dejar testimonio de lo que ya es una visita histórica, en un momento muy especial para las revoluciones y los pueblos de Cuba y Venezuela.
No hubo tiempo para preguntas, pero en sus breves palabras al pueblo venezolano, respondió la interrogante que muchos queríamos hacerle, toda vez que, en los últimos 15 o 20 días, el jefe de Estado venezolano se encargó de anunciarle a esta hermana nación y al mundo la inminente visita de Raúl, en lo que sería su primer viaje al exterior, luego de su elección como Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en febrero último.
Entonces, Chávez dijo más de una vez que el mandatario cubano vendría a Venezuela, tal como lo hizo el Jefe de la Revolución Cubana, en enero de 1959, apenas unos días después del triunfo revolucionario.
Estoy en Venezuela, una vez más, nos dijo Raúl. Después de aquella primera visita, hace poco más de 55 años, regresó en el año 59. «Yo vine aquí hace 55 años, entonces era un estudiante y, siguiendo las enseñanzas de Martí, por la estrecha carreterita que existía antes, llegamos a Caracas y, antes de hacer nada, fuimos a rendirle honores al Libertador Simón Bolívar».
Hoy haremos lo mismo, anunció. Y así sucedió al mediodía de este sábado. Hasta la Plaza Simón Bolívar, enclavada en Caracas, ciudad capital de este hermano pueblo, llegó Raúl, sin quitarse el polvo del camino, como lo hiciera nuestro Apóstol José Martí, y luego el compañero Fidel, para rendirle honores al Libertador de América.
Una vez allí, fue hasta la estatua ecuestre de Bolívar, ubicada en el centro de la Plaza de igual nombre, un monumento y un sitio emblemáticos en la historia patria de Venezuela, y colocó una ofrenda floral en tributo a uno de los más grandes hombres de nuestro continente.
En su breve recorrido por el lugar, saludó a los caraqueños que, de manera espontánea, se congregaron en los alrededores de la Plaza, y que ya le habían dado una segunda bienvenida, igualmente cálida, con sus gritos de ¡Viva Cuba! ¡Viva el Presidente Raúl! ¡Viva Fidel! ¡Viva la Revolución Cubana!
Similares muestras de respaldo a Cuba y lo que ella representa, no solo para Venezuela, sino para el continente y el mundo, recibió cuando la comitiva presidencial hizo una parada en uno de los puntos rojos que ha instalado el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), en Caracas, para promover la recolección de firmas en apoyo a la enmienda constitucional que permita la reelección continua del Presidente.
Bienvenido a tu patria, Raúl
A las 11 de la mañana de este sábado, aterrizó el avión de Cubana que trajo al General de Ejército Raúl Castro Ruz, a la hermana Venezuela.
Apenas 15 minutos después, ambos mandatarios se fundieron en un cálido y sincero abrazo, al pie de la escalerilla del avión, y con ello se hizo realidad el «sueño posible» de Chávez de que Raúl aceptara su invitación, y la voluntad expresa de Raúl de «repetir la historia», en alusión a la visita que realizó en 1959, el compañero Fidel, líder de la joven triunfante Revolución Cubana.
De tal suerte, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Comandante Hugo Chávez Frías, le dio a Raúl, una vez más, «la más fervorosa bienvenida a ti, gran impulsor de la gran Revolución Cubana».
Visiblemente emocionado, confesó a Raúl que para él y su pueblo constituye un gran honor recibirlo en visita oficial.
«Te recibimos, y en ti recibimos también a Fidel y al pueblo cubano, a los guerrilleros de la Sierra Maestra, y a los 50 años de la Revolución cubana —ejemplo para todos estos pueblos que siguen por los caminos de Martí y de Bolívar», expresó Chávez en otro momento. «Bienvenido a tu Patria, Raúl», concluyó.
Sostienen conversaciones oficiales
En horas de la tarde, en el Palacio de Miraflores, los presidentes de Cuba y Venezuela sostuvieron conversaciones oficiales, las cuales transcurrieron en el ambiente de hermandad y confianza mutuas que caracteriza las relaciones entre los gobiernos y pueblos de las patrias de Simón Bolívar y José Martí.
Ambos mandatarios expresaron su profunda satisfacción por el constante crecimiento de los vínculos políticos, sociales y económicos, que tantos beneficios ya reportan a los dos países y cuyas perspectivas futuras son aún más halagüeñas.
Raúl transmitió al líder bolivariano, en nombre del compañero Fidel y de todos los cubanos, el más cálido saludo, a él y a todo el pueblo venezolano, así como reiteró el agradecimiento por la ejemplar solidaridad hacia Cuba de la hermana nación sudamericana.
Chávez, por su parte, destacó la decisiva contribución de los especialistas cubanos de la salud, la educación y otras muchas ramas, para convertir cada vez más en realidad el principal objetivo de la Revolución Bolivariana: elevar la calidad de vida del pueblo y especialmente de los venezolanos más humildes.
Honor a quien honor merece
Otro de los momentos memorables de la visita oficial de Raúl a la hermana Venezuela, fue el homenaje a Bolívar en el Panteón Nacional, sitio sagrado de la historia patria de esta nación.
En una tarde radiante, llena de luz y esperanza, que pareció una bendición a los nobles propósitos que unen a los pueblos cubano y venezolano, Raúl llegó al Mausoleo donde reposan los restos del Libertador Simón Bolívar, desde el 8 de octubre de 1876.
Allí rindió honor a quien honor merece, por su entrega total a la independencia de América. Acompañado por Chávez, Raúl hizo guardia de honor y recorrió el sitio donde está ubicada el arca de bronce que acoge las cenizas de Bolívar.
Fue en el Panteón donde el Presidente cubano recibió las llaves de la ciudad de Caracas, de manos de Jorge Rodríguez, Alcalde del municipio Libertador.
Instante sublime, íntimo, conmovedor fue también cuando la Orquesta Sinfónica Infantil de Venezuela regaló a Raúl y a Chávez un popurrí de la mejor música tradicional cubana, que iniciaron con La Guantanamera.
A petición del Jefe de Estado venezolano, los niños y adolescentes que integran este hermoso proyecto de la Revolución Bolivariana, tocaron Alma Llanera, una de las más emblemáticas piezas del folclor de este país.
Raúl felicitó a los jóvenes y al director de la orquesta por el exquisito regalo que acababan de hacerle, y con su característico desenfado a la hora de dialogar con los niños, les contó acerca de su primera visita a Venezuela cuando era estudiante, hace 55 años.
Venezolanos y venezolanas de todas las edades, en lo fundamental gente de pueblo beneficiada con las misiones sociales de la Revolución Bolivariana, dieron una entusiasta bienvenida a los dos presidentes.
En esta primera visita oficial a Venezuela, el Presidente cubano está acompañado por el vicepresidente del Consejo de Ministros Ricardo Cabrisas, el canciller Felipe Pérez Roque, el ministro para la Inversión Extranjera y la Colaboración Económica, Rodrigo Malmierca, y por el diputado Osvaldo Martínez, presidente de la Comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Nacional del Poder Popular y director del Centro de Estudios de la Economía Mundial. También lo acompaña Germán Sánchez Otero, embajador de la Isla en Caracas, entre otros.
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