Por: Fidel Alejandro Manzanares Fernández(Estudiante de periodismo) / Televisión Camagüey
Su hermano mayor ya cuenta con más de un siglo de existencia, y al parecer, lo que un principio parecía una batalla basada en los principios de la hermandad se ha convertido en una guerra comercial de poderío especulativo. Beijing fue la más reciente muestra de ello; y la desaparición de deportes que no les atribuyan ganancias a los organizadores y cadenas televisivas como el béisbol se fueron del “parque”.
Ahora la familia Olímpica cuenta con un nuevo inquilino concebido hace apenas dos años y materializados por estos días en la región asiática de Singapur; mientras que el espectáculo estival de invierno aun perdura para los amantes del patinaje y los deslizamientos en la nieve o el hielo.
Mas el “chiquilín” será nuestro tema e cuestión. Los I Juegos Olímpicos de la Juventud, cuya sede fue otorgada el 21de febrero de 2008 por los 105 integrantes del COI a esta ciudad oriental, victoriosa en su disputa con una gran urbe como Moscú . Pero, ¿por qué unos JJ.O.O?
A simple vista suena como una propuesta genial donde los homos sapiens de menor edad con actitudes deportivas tienen la posibilidad de competir y demostrar cuanta categoría poseen. Más de mil 500 competidores provenientes de más de dos centenares de países enrolados en 26 disciplinas, proclaman la magnitud del encuentro.
Ahora, si bien es cierto que los juveniles necesitaban su espacio universal, amen de los distintos mundiales y competiciones regionales para las categorías inferiores, la fiesta de Singapur tiene un carácter dual pues las metas que se persiguen no son del todo sanas; o es que acaso hemos olvidado en qué se ha convertido el deporte.
La recién concluida Copa Mundial de Fútbol es el más vivo ejemplo del carácter económico de las justas intercontinentales que dejan cifras millonarias no solo para organizadores sino también para los de la Niké, Gatorade, Puma, Coca–Cola o para los de la ADIDAS; sin embargo esto no es suficiente, resulta que se encontró una vitrina aun mejor en este intercambio juvenil.
Y es que el futuro hay garantizarlo, ¿verdad? A los del profesionalismo si que se la pusieron en bandeja de “plata”. Es un mercancía fresca apunto de ofrecer.
No quisiera parecer pedante y mucho menos que el tema resulte repetitivo empero me resulta imposible cerrar los ojos o vivir despalda a la sociedad.
La delegación de Cuba también está presente en estos primeros Juegos Olímpicos de la Juventud y ya cuenta con tres medallas gracias a la labor de luchadores y pesistas, aunque en la isla todos aguardamos por el arranque de nuestros voleibolistas, cuya nómina encabeza el más inmediato prospecto de esta disciplina, Wilfredo León. Es una oportunidad única para medir a los pupilos de casa y foguearlos en la arena internacional.
Esperemos que el 26 próximo cuando se apague la llama y baje la bandera de los cinco aros, los habitantes del planeta quedemos satisfechos con todo lo sucedido en materia deportiva. El resto es beneficios de unos pocos en esta nueva subasta protagonizada por el capital.
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