jueves, 3 de diciembre de 2009

Una marca que ya cumplió 15 años

SIGFREDO BARROS

Una vez le preguntaron a Rickey Henderson, el líder histórico en bases robadas en el béisbol de Grandes Ligas, cuál era la condición principal de un buen estafador. La respuesta le salió rápida: “Pensar siempre en que se va a salir con la suya. En cuanto dude si salir o no, porque existe un por ciento de posibilidades de ser puesto out, seguramente no tendrá éxito”.

Robar bases será siempre todo un arte. Foto: Ricardo López HeviaRobar bases será siempre todo un arte. Foto: Ricardo López Hevia

Muchos aseguran que el robo de bases es tan viejo como el béisbol y que en fecha tan lejana como 1866 un jugador, Robert Addy, se convirtió en el primero en llegar quieto a la intermedia y ser acreditado como robo la jugada. Otros aseguran que un año antes, en 1865, Eddie Cuthbert fue el autor de la estafa inicial.

Pero de lo que no hay dudas es que el robo de una almohadilla –ya sea segunda, tercera o home—, constituye todo un arte. Desde tratar de tomar la mayor ventaja posible al lanzador cuando va a realizar su envío, pasando por el buen juicio de conocer las cualidades del receptor, hasta deslizarse apropiadamente, evitando lesiones y tratando de burlar al jugador que cubre la base.

En nuestras Series Nacionales un jugador capitalino es el indiscutible Rey: el camarero Enrique Díaz, el único con once lideratos en bases robadas, líder histórico con más de 700 y poseedor del récord absoluto para una temporada, cuando en la XXXII Serie se robó 55 almohadas, dejando atrás una marca que perduró 25 años, la de 52 establecida por el villaclareño Juan Díaz Olmos, en la VII Serie, en 1968.

¿Cuántos años permanecerá vigente la marca de Enriquito? Al menos ya cumplió sus 15 y no se vislumbra en el horizonte un candidato, no porque no existan buenos corredores en nuestro béisbol, sino porque la filosofía que predomina es la de “jugar al batazo”, sin explotar todas las habilidades y posibilidades de nuestros jugadores.

Paradójicamente, el robo de bases ha ido creciendo en los últimos años en otras latitudes y, por ejemplo, el pasado año hubo 2 799 en 2430 partidos de Grandes Ligas, a 1,15 por desafío. En la pasada 48 Serie Nacional hubo 579 estafas en 720 juegos, a 0,80 de promedio. Una deficiencia que podemos erradicar.

LOS ONCE LIDERATOS DE ENRIQUITO

SERIE

AÑO

B. ROBADAS

XXVI

1987

22

XXIX

1990

31

XXXII

1993

55

XXXIII

1994

53

XXXIV

1995

22

XXXV

1996

35

XXXVII

1998

38

XXXIX

2000

35

XL

2001

44

XLII

2003

28

XLIII

2004

20

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