miércoles, 15 de julio de 2009

Los encuentros de Raúl en Argelia

LÁZARO BARREDO MEDINA

Hemos trabajado mucho los dos presidentes, con plena coincidencia en los temas, así resumió el compañero Raúl el término de los dos encuentros bilaterales que durante casi ocho horas en la tarde del domingo y la mañana del lunes sostuvo privadamente con su entrañable amigo Abdelaziz Bouteflika, Presidente de Argelia.

El General de Ejército salió de La Habana hacia Argel en la madrugada del domingo en vuelo directo durante poco más de nueve horas, acompañado por el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés y el General de Cuerpo de Ejército Leopoldo Cintra Frías, ambos miembros del Buró Político del Partido, y Ricardo Cabrisas, vicepresidente del Consejo de Ministros, quienes sostuvieron intercambios gubernamentales con los principales dirigentes argelinos para reforzar aún más las relaciones bilaterales entre ambos países.

Jovial, enfundado en una vestimenta deportiva, el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, saluda a sus compañeros de viaje, a la tripulación del avión de Cubana, bromea con algunos periodistas y miembros de su escolta.

El avión parte a las 2 y 12 de la madrugada. Entre La Habana y Argel hay en estos momentos cinco horas de diferencia, por lo que la llegada al hermano país se produce sobre las 4 y 45 de la tarde. En el aeropuerto internacional Houari Boumedienne, al pie de la escalerilla y bajo una temperatura de 40 grados, esperaba a Raúl el Presidente Bouteflika con una amplia sonrisa.

La primera visita de Raúl a la República Argelina Democrática y Popular se produjo en agosto de 1977, después volvió otras muchas veces en visitas de trabajo o como enviado especial del Comandante en Jefe para intercambiar opiniones sobre diversos asuntos con los dirigentes argelinos.

En febrero de este año ya había estado en Argel en visita oficial, cuando conceptualizó las relaciones entre ambos países como muy claras y muy fuertes, que no solo se han mantenido, sino que se han reforzado con el tiempo.

En aquella oportunidad subrayó el carácter de esa hermandad intensa que hay entre argelinos y cubanos al responder a una periodista que ambos mandatarios tratarían de que avanzaran aún más las relaciones, cosa realmente difícil porque mejores no pueden ser.

Los vínculos entre Cuba y Argelia comenzaron en los primeros tiempos del triunfo revolucionario cuando guerrilleros argelinos heridos en la lucha colonial contra el imperialismo francés fueron acogidos en hospitales cubanos. Al día siguiente de la proclamación de la independencia de Argelia, en 1962, ambos países establecieron relaciones diplomáticas y un año después los combatientes internacionalistas cubanos llegaron a este hermano país para combatir al lado de los argelinos en contra de la agresión de Marruecos. El propio Raúl despidió en el puerto al barco que trasladó a los tanquistas hacia el puerto de Oran, en el Mediterráneo.

Por su parte, Abdelaziz Bouteflika viajó a Cuba en 1972, meses antes de la V Cumbre del Movimiento de Países No Alineados que tuvo lugar en Argelia. En aquel memorable encuentro, el compañero Fidel sostuvo largas conversaciones con el dirigente argelino; en realidad, el Jefe de la Revolución Cubana sentía mucha simpatía hacia él. Por esos días, el dirigente argelino, en respuesta a una pregunta del periodista Luis Báez sobre cómo definiría a Fidel, dijo aquella frase: Fidel tiene una cualidad excepcional de viajar al futuro, observarlo, regresar y contárnoslo.

En 1974, cuando presidió la Asamblea General de la ONU, el Presidente Bouteflika fue el autor de cambios de varias "reglas de juego" en las Naciones Unidas para reconocer a los movimientos de liberación. Quedará como un hecho memorable la manera en que promovió la aceptación de la Organización para la Liberación de Palestina como miembro con pleno derecho de la Asamblea y el homenaje solemne que rindió al líder palestino Yasser Arafat como jefe de Estado en el recinto de la ONU, frente al disgusto de Estados Unidos y otros países occidentales.

Esos son algunos elementos de por qué tanto cariño y afinidad en estas relaciones de hermanos que ahora motivan muchas especulaciones de los medios de prensa y que no tienen nada de secreto. Son muy transparentes en el deseo de seguir reforzando la cooperación bilateral en todos los sectores e intercambiar puntos de vista sobre la compleja situación internacional, mucho más sobre la XV Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del MNOAL que, cuando circule esta edición, habrá comenzado sus sesiones en la ciudad egipcia de Sharm el Sheikh.

ESTE MUSEO ES UNA JOYA ARQUITECTóNICA

La misma tarde del domingo, tras el arribo, ambos mandatarios conversarían privadamente y proseguirían en la mañana del lunes hasta pasado el mediodía, cuando interrumpieron la entrevista para asistir a un almuerzo de trabajo con las respectivas delegaciones, donde el momento se transforma en una prolongación del diálogo por el análisis de los temas de la actual coyuntura internacional.

Después continuaría el encuentro entre ambos mandatarios hasta horas de la tarde. Al culminar, a ambos presidentes se les aprecia la satisfacción en los rostros cuando avanzan por el pasillo de la residencia en que estuvieron reunidos mientras se dirigen hacia la puerta de salida donde les espera la prensa. Las declaraciones evidencian que ha habido plena afinidad.

Más tarde, el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, acompañado por la delegación, se traslada hacia el Museo Central del Ejército, ubicado en una de las zonas más céntricas de Argel.

Convencidos de que la historia es el pilar de la nación, este Museo (una joya arquitectónica, como la catalogó Raúl) muestra la impresionante página de luchas emancipadoras de los argelinos. Desde la etapa prehistórica, pasando por las épocas antigua e islámica, los diversos estados en los primeros siglos, la colonización española, la época moderna, la intervención francesa y hasta la guerra de liberación que culmina victoriosa en 1962.

Durante casi tres horas, Raúl recorrió las principales áreas del museo y recibió una explicación detallada en español por parte de Ajabali Lila, especialista de este centro, sobre algunos de los hechos más trascendentales, porque para conocer todo el recinto harían falta no horas, sino jornadas.

Cada sala exhibe documentos de la época, grabados rupestres, esculturas, modelos de armas, maquetas de batallas y otros muchos detalles de la larga historia combativa de este pueblo hermano.

Sobrecoge la barbarie de esas intervenciones, pero particularmente la del colonialismo francés. Por ejemplo, lo ocurrido el 8 de mayo de 1945 en las ciudades Setif, Guelma y Kherrata, cuando el ejército de ocupación asesinó a más de 45 000 ciudadanos durante las manifestaciones pacíficas para reivindicar el derecho a la independencia.

Conmovido por las escenas de los dibujos y relatos de aquellos monstruosos hechos en una fecha que marcó la derrota del fascismo alemán, el Segundo Secretario del Partido recordó la barbarie que ha caracterizado al colonialismo y al imperialismo y puso también el ejemplo de la política de exterminio sobre la población cubana en el siglo XIX con la criminal reconcentración de Valeriano Weyler.

Luego ante una maqueta que muestra los métodos de tortura de los militares franceses de aquella época, Raúl comentó haber leído un libro escrito por una periodista francesa, Marie Monique Robin, bajo el título Los Escuadrones de la Muerte, la Escuela Francesa. También vio un documental donde un grupo de generales franceses retirados reconocen haber utilizado esos criminales métodos.

El recorrido terminó por una sala donde objetos, documentos, armas, objetos personales y fotos recuerdan la trayectoria militar y política del inolvidable Houari Boumedienne y allí, para nuestro orgullo, pudimos apreciar fotos de Fidel, quien estuvo de visita en Argelia en siete oportunidades.

Ha sido esta una gran clase de historia que no olvidaré, dijo finalmente el General de Ejército al despedirse de sus acompañantes.

En la noche, el Segundo Secretario del Partido despachó con sus principales colaboradores una larga agenda de asuntos para partir en las primeras horas de la mañana hacia Egipto, encontrándose gratamente impresionado una vez más con su amigo Bouteflika, quien acudió a despedirlo.

Fue una estancia de 41 horas en Argel que se caracterizó por un profundo sentimiento de respeto, confianza y amistad.

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