Caracas, 04 Jul. ABN.- El representante de la Red de Apoyo por la Justicia y la Paz, Pablo Fernández Blanco, dijo este sábado que los hondureños están bajo circunstancias que vulneran sus derechos humanos, tras el golpe de Estado perpetrado contra el presidente legítimo de ése país y la instauración del Gobierno de facto de Roberto Micheletti.
“Los dueños de los grandes medios de comunicación de Honduras y los actores políticos están confabulados para vulnerar la Constitución y los derechos humanos con el apoyo incluso de la iglesia católica”.
Indicó que las persecuciones a los periodistas, el cerco mediático, la suspensión de las garantías constitucionales y la fuerte represión militar a las protestas pacíficas que se han realizado en la capital del país y las provincias del interior, son acciones naturales y habituales de las dictaduras que vulneran los derechos fundamentales de todo ciudadano.
“Los golpistas van a intentar silenciar cualquier voz disidente, crítica e informada que pueda expresar lo que realmente está ocurriendo”, acusó.
Por tal situación, consideró necesaria la actuación firme de los organismos internacionales para garantizar el triunfo de la democracia en el marco de los estatutos del derecho internacional.
“La Organización de Naciones Unidas tiene que estructurar medidas efectivas y evitar quedarse en sanciones retóricas que no deriven en prácticas concretas”, señaló.
En ese sentido, destacó la importancia de establecer mecanismos de presión económica como el anunciado por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías, quien ordenó el cese del envío de petróleo a Honduras hasta tanto no retome el hilo constitucional.
“En adelante, lo que veremos en Honduras será la profundización del conflicto político por el clamor del pueblo que pide a su Presidente y que aunado a la situación de carencias que se empezará a notar en los próximos días, debería derivar en la salida del Gobierno de facto”.
Asimismo, advirtió que los países de la región deben mantenerse atentos a la manera en la que se desarrollan los acontecimientos en el país centroamericano porque podría tratarse de un experimento con miras a atacar a los gobiernos progresistas del continente.
“Habría que ver si Honduras no es un laboratorio en América para detener un proceso de transformación y cambio de actores de nuestros países con una orientación progresista”, inquirió.
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